sábado, 28 de septiembre de 2024

Wolfs

 

La reciente película de Brat Pitt y George Clooney fue primero a streaming que a las sala de cine. DE todas formas, este trabajo dirigido por Jon Watts permite disfrutar de un par de personajes (y actores) que se ven involucrados en lo que siempre buscan.

Es revelador que, en “Wolfs”, interpreten a dos ‘facilitadores’, expertos en limpiar escenas de crímenes sin dejar huella alguna, y además, que se atavían igual, que rivalizan por el liderazgo de una trabajo absurdo, y a la postre son cuidadosamente intercambiables.

Para empezar creería y diría que estamos frente a una comedia negra (género cinematográfico que se identifica por presentar temas tabú, como la muerte, afrontados de manera humorística). Nos hallamos pues ante una escenario antagónico a recordada y personificada por Pitt-Clooney en la agradable saga de ‘Ocean’s Eleven’, donde hacen gala de una colaboración sublime, colindante a la idea de un vínculo afectivo no sexual.

En ‘Wolfs’, el encanto está en observar al dúo transformado —a veces— en antagonistas, y rivalizando por ser el más inteligente, arrojándose miradas de antipatía y donaires reprobatorios por dondequiera. De alguna manera, Watts  —escribe el guion de la película y la dirige— elabora lo que algunos críticos de cine llaman una pulcra y película buddy cop (aquella en la que sus dos protagonistas deben afanarse juntos por solucionar un crimen). Los protagonistas no son colegas, sino todo lo contrario, y son criminales en vez de policía, cargando en todo caso en el filme un muerto muy vivo (un joven personaje, que ya de entrada, nos permite aseverar que habrá una secuela).

Posiblemente sea emplazar desproporcionadamente a una película que, por otro lado, tiene despejado que no es más que un solícito pasatiempo y sobre todo el lucimiento de sus dos figuras. Lo que sí debería haber tenido la cinta, es un cierre que no haga sentirse al auditorio un poco embaucados por haber visto una película cuyo final vincula con una inmediata aventura de estos dos lobos ermitaños.

 

sábado, 21 de septiembre de 2024

The Substance

 


“La sustancia”, de la francesa Coralie Fargeat, es una película para pensar bien sobre el destino de la belleza de ser humano, y aunque se encuentre cómoda con la etiqueta del ‘body horror’, “La sustancia” es la de la serie Z más perturbada, amparada en la agenda feminista. Y lo demás es disfrutable.


En una dichosa elección de ‘casting’, Demi Moore interpreta a Elizabeth Sparkle, una actriz en declive a punto de perder su trabajo en un programa televisivo de ‘fitness’ —a lo Jane Fonda—, y es que la edad no perdona. Es entonces, cuando ella descubre la existencia de una sustancia inyectable que admite conseguir de sí misma un segundo cuerpo, recio y rejuvenecido (que encarna Margaret Qualley).

La máxima —la obcecación por la belleza asignada por el hombre— y su discurso feminista podría ser subterfugio, no obstante, hay referencia a relatos de Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, David Cronenberg amén de muchos otros. A la larga el filme es concebido como un brutal ejercicio de terror gore, ‘The Substance’ edifica una poderosa ironía sobre la exigencia estética a la que se ven sometidas las jóvenes de todas partes del mundo creería, pero más por parte de la industria del recreación, y por la sociedad en su conjunto.

Qué concluir. En el caso que nos ocupa, todo apunta a un buen desarrollo narrativo, contribuyendo a una insolencia usualmente de golpe y porrazo e incitando una sensación de que, pase lo que pase, de algún modo todo va a estar bien/o mal. En los primeros compases del filme, vemos cómo su protagonista desesperada tras un episodio personal muy triste, decide “cambiar de rumbo”.

Además, la cineasta Fargeat edifica una obra feroz y sarcástica que sabe regularizar su cólera en unas imágenes repletas de cuerpos adulterados, gestos aparentes, heridas purulentas y sangre. Y puestos precisar alguna que otra referencia, celebremos la llegada de ‘The Substance’ como si se tratara de algo ya visto antes (lo digo por los muchos guiños cinéfilos).


viernes, 20 de septiembre de 2024

Avance. “Mickey 17”

 

Por fin, Warner Bros ha presentado el primer tráiler de “Mickey 17” (el estreno está previsto para el 31 de enero de 2025., la película de ciencia ficción de Robert Pattinson que marca la continuación de Bong Joon-ho tras ganar el Oscar a la Mejor Película, por “Parasite” , cuyo estreno está previsto para el 31 de enero de 2025.

La cinta basada en la novela “Mickey7” de Edward Ashton, sigue al imposible héroe Mickey Barnes (Robert Pattinson), un un empleado desechable en una expedición humana enviada a colonizar el mundo helado de Niflheim. Siempre que hay una misión que es demasiado apurada, incluso suicida, la tripulación recurre a Mickey. Después de que muere repetidamente (sí, así es), se restaura un nuevo cuerpo con la mayoría de sus recuerdos intactos. Después de seis muertes, Mickey entiende los términos de su trato, y todo está por reinventar par él.

martes, 17 de septiembre de 2024

Lee

 


El comienzo del filme nos empapa en una batalla con una Lee Miller (Kate Winslet) con casco y uniforme militar circulando por una calle intentando escapar de las ráfagas de las ametralladoras, hasta que se derrumba contra un muro de sacos de arena. De ahí, nos trasladamos a 1977, donde Miller, de 70 años está siendo entrevistada por un joven (Josh O'Connor) en su casa, Farley Farmhouse en Sussex. Así que la historia es contada en flash back.



Antes de continuar varias cosas, Lee Miller (Kate Winslet) siempre será recordada por ser ex modelo, fuente de inspiración, amante del artista surrealista Man Ray—miembro de un círculo social que incluía al poeta Paul Éluard y a Picasso y Jean Cocteau—. Siendo una fotógrafa de éxito, para Lee Miller este fascinante biopic se enfoca en su vida en el período previo a la Segunda Guerra Mundial.

Ese período de su vida es el centro de atención de Lee, que con una Kate Winslet Winslet que —produjo la película, basada en el libro de Penrose de 1985—, es uno de sus papeles para el cine que mejor ha realizado, presentándonos a una mujer inquieta, cruel por momentos y autónoma que halló su voz como testigo de la guerra y sufrió bajo su aspecto psicológico.

Cuando el ejército estadounidense la acredita como periodista, la película efectivamente llega a tener la altura de su trabajo y nos da en gran medida a los espectadores la medida de su costo psicológico. Ella va a Normandía y reta el fuego durante una batalla en Saint Malo, Francia. "Condujimos durante meses, no nos lavamos durante semanas", escuchamos que dice la mayor de las Miller, mientras las vemos en un jeep conduciendo por calles polvorientas.

Para dirigir, Winslet contrató a directora de fotografía Ellen Kuras —que trabajó con ella en “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos”—, y que da forma a una película con destacada potestad y decisiones profundas en toda su puesta en escena. Filme pues honesto en todos sus aspectos y una remembranza nada que objetar y es que Lee es un personaje que le cae como anillo al dedo a la actriz norteamericana.


viernes, 6 de septiembre de 2024

La promesa de Irene

 

El logline de este filme (y sin que sea spoiler), cuando los nazis invaden Polonia en 1939, la enfermera Irena Gut (Sophie Nélisse) es trasladada e impuesta a trabajar para las huestes alemanas, siendo asignada como ama de llaves de un comandante nazi.

Y eso es justamente lo que le da su potencial dramático al filme, y asimismo cuando los oficiales de la SS ahorcan a los cómplices prosemitas. Pero, por otro lado, cuando la película de la canadiense Louise Archimbault da por hecho la hazaña de Irene (una inspirada Sophie Nélisse), obvio que podemos pensar que la cinta tiene mucho de invención y de realidad, ya que está basada en eventos reales.

Por otra parte, la magnífica idea y notable del filme, a su vez adaptación de la obra teatral asentada en las historias de Irene, es el uso de la mansión del oficial nazi en la que Irene ejerce como ama de llaves, y se concibe como una puesta en que, en ella plantea toda una condición del ser humano y sus misterios y desconsuelos.

Estamos pues ante otra historia basada en hechos reales sobre una persona corriente que, en períodos tan lamentables como los del nazismo, expuso su propia vida para salvar a un buen número de judíos. En este argumento, Irene Gut fue una joven enfermera polaca que le da vida Sophie Nélisse (“La ladrona de libros”, en una propuesta de afines particularidades).

Dos cosas para finalizar, por un lado que la música en muchos momentos no favorece los instantes de aprehensión y un guion que tiene la capacidad para mostrarnos los ángulos que no hemos vivido o que hemos vivido sin ser aptos de tomar cierto aire para escapar de nuestra propia subjetividad.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

'The Convert': Guy Pearce en un drama histórico visceral

 

Trabajar en su patria natal parece animar al director nacido en Nueva Zelanda Lee Tamahori —cuya mejor película sigue siendo su ópera prima “Once Were Warriors” (1994) —. Y es que su carrera en Hollywood ha sido variada —“Next”, protagonizada por Nicolas Cage, “xXx: State of the Union”, y “Die Another Day”, una de los filmes más olvidados de James Bond en los últimos tiempos.

De todas formas, Tamahori señala algo así como un regreso a la forma con “The Convert”, un drama histórico adaptado en el siglo XIX, sobre un ministro inglés que viaja a Nueva Zelanda. Y es que cuando Thomas Munro (Guy Pearce) llega por primera vez a las costas de Nueva Zelanda en 1830, este personaje laico y británico tendrá cosas muy diferentes que solucionar con base en su investidura en una etnia como la maoríe. Y es que el director Lee Tamahori (a quien debo de reconocer, hacía rato no observaba un filme de él) tiene otros planes para este hombre de Dios.

“The Convert” y desde el principio, las extraordinarias y majestuosas vistas fotografiadas por Gin Loane, creería imprimen el tema profundo de la narración y es el relacionado con la supervivencia y que corresponde al más fuerte. La introducción a este ambiente y a través de estas imágenes, Tamahori intenta persuadir la violencia que empapa la película a una cualidad fundamental, cumpliendo a secas a sus propias normas sagradas más allá de la perspicacia de los colonizadores no bienvenidos.

Y es que la indagación de Munro por este “desconocido mundo” pronto se convierte en confusión cuando intercambia su caballo blanco, para salvar la vida de Rangimai (Tioreore Ngatai-Melbourne), una joven maorí atrapada en una guerra entre tribus rivales. Y es precisamente esta idea en general que permite escribir sobre el guion —coescrito por Shane Danielsen—, que nos describe sin tapujos el exceso de la humanidad y la ferocidad tanto de los pueblos indígenas como de sus homólogos europeos.

Y el hecho de que los maoríes piensen que salir triunfantes a cualquier precio es su compromiso divino, la exaltación de los europeos revela esencialmente la codicia, como un estilo clave entre sus punto de vista del universo opuestos. Estamos pues en términos generales en una buena película, donde a través de Munro, por lo idealista y no reduccionista que sea su idea de que ambos universos aprendieran el uno del otro, al menos plantea soluciones creíbles de lo verosímil.

 

sábado, 31 de agosto de 2024

“Trap”, de M. Night Shyamalan

Shyamalan el director de “El sexto sentido” (1999) ha fundamentado su carrera sobre lo imposible de cada uno de sus fallos de guion (hay varios deus ex machina en “Trap”), siempre en mira del desconcierto y el giro de la trama. En tal sentido, podemos escribir que su cine es bastante imprevisto y sus protagonistas carecen de lógica cartesiana —un escepticismo metodológico, ya que Descartes establece la duda—, dando así la opción a más posibilidades —y objeciones—. En el caso específico de “Trap” se repite la aparición del asesino en serie.

Luego el cineasta añade un manto de melodrama sencillo y da grandes pinceladas de géneros que pasa por el terror, el thriller y, en el filme que hoy nos ocupa, creería una comedia negra entretenidísima. La comedia negra cinematográfica se remonta al Teatro del Absurdo, el Teatro “In-Yer-Face” y el Théâtre du “Grand-Guignol” y a autores como Samuel Beckett. Byron y Weiss (1977) atestiguan que la comedia negra cinematográfica nace alrededor de los años cuarenta, con películas que se ocupan de la muerte como algo divertido, como “Monsieur Verdoux” (1947), “Ocho sentencias de muerte” (Kind hearts and coronets, 1949), una de mis favoritas “Ladykillers” (“The ladykillers”, 1955) entre otras y que trascienden ser creadoras de este subgénero.

Respecto a “Trap” y su trabajo más hitchcockiano, Shyamalan plantea un personaje belicoso con el que el habitante a la sala de cine, pero súbitamente, entapizamos con prisa, ya que Cooper (Josh Hartnett) es un papá virtuoso que “custodia” en el mejor de los sentidos, a Riley (su hija adolescente) en un concierto de la estrella pop Lady Raven (interpretada por Saleka Shyamalan  hija director, y una cantante de R&B, que lanzó su primer álbum en 2022 y anda buscando un lugar sobre las tablas).

Una primera comedia pues de Shyamalan sobre todo, perspicaz, entretenida, y que creería enlaza con “Longlegs” (aquí ya analizada) sobre la proximidad al trauma infantil. Y aunque la película de Oz Perkins lo hace a partir de cierta solidez adornada, el cineasta indio Shyamalan se entrega a otro punto de vista. La cinta “Trap” en una primera lectura, nos habla sobre las relaciones paternas filiales.

Para terminar, “Trap” exige al espectador que asuma un cúmulo de casualidades improbable (hay exageración del deus ex machina), pero es en el tramo final de la cinta cuando Shyamalan hace la apuesta más fuerte y es cuando Saleka ocupa el roll de controvertible heroína. El director maximiza a tope el aguante de cierto desatino.