sábado, 21 de septiembre de 2024

The Substance

 


“La sustancia”, de la francesa Coralie Fargeat, es una película para pensar bien sobre el destino de la belleza de ser humano, y aunque se encuentre cómoda con la etiqueta del ‘body horror’, “La sustancia” es la de la serie Z más perturbada, amparada en la agenda feminista. Y lo demás es disfrutable.


En una dichosa elección de ‘casting’, Demi Moore interpreta a Elizabeth Sparkle, una actriz en declive a punto de perder su trabajo en un programa televisivo de ‘fitness’ —a lo Jane Fonda—, y es que la edad no perdona. Es entonces, cuando ella descubre la existencia de una sustancia inyectable que admite conseguir de sí misma un segundo cuerpo, recio y rejuvenecido (que encarna Margaret Qualley).

La máxima —la obcecación por la belleza asignada por el hombre— y su discurso feminista podría ser subterfugio, no obstante, hay referencia a relatos de Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, David Cronenberg amén de muchos otros. A la larga el filme es concebido como un brutal ejercicio de terror gore, ‘The Substance’ edifica una poderosa ironía sobre la exigencia estética a la que se ven sometidas las jóvenes de todas partes del mundo creería, pero más por parte de la industria del recreación, y por la sociedad en su conjunto.

Qué concluir. En el caso que nos ocupa, todo apunta a un buen desarrollo narrativo, contribuyendo a una insolencia usualmente de golpe y porrazo e incitando una sensación de que, pase lo que pase, de algún modo todo va a estar bien/o mal. En los primeros compases del filme, vemos cómo su protagonista desesperada tras un episodio personal muy triste, decide “cambiar de rumbo”.

Además, la cineasta Fargeat edifica una obra feroz y sarcástica que sabe regularizar su cólera en unas imágenes repletas de cuerpos adulterados, gestos aparentes, heridas purulentas y sangre. Y puestos precisar alguna que otra referencia, celebremos la llegada de ‘The Substance’ como si se tratara de algo ya visto antes (lo digo por los muchos guiños cinéfilos).