lunes, 16 de octubre de 2023

La stranezza

 

Existen muchas películas que tratan el tema del teatro, y realmente interesantes, siempre en este sentido conservo para mis adentros “Les Enfants du paradis”, una película francesa dirigida por Marcel Carné con guión de Jacques Prévert, filmada en 1943-1944 y estrenada en marzo de 1945. Y “Descalzos por el parque”, deliciosa adaptación de un gran éxito de Broadway de Neil Simon.

En “Extrañeza” más que hablar de Pirandello y de “Seis personajes en busca de autor” (1925) de la cual suscita la reflexión final de esta pequeña obra maestra, siento que la conclusión con base en ese final precisamente, es que al quitarnos ese “maquillaje” que a diario nos ponemos, hasta qué punto soportamos que otros, igual que nosotros, nos digan la verdad verdadera o intentemos vernos a través del espejo de los demás.

En este sentido, cuando dejamos de ser actores para ser nosotros mismos, aunque algunos humanos no lo diferencian —personajes menos elaborados como para ese proscenio del “teatro” que es la vida misma—, el oráculo está previsto sin querer darnos cuenta. No olvidemos que personaje quiere decir etimológicamente máscara. Y con ella o sin ella, se puede concluir que ese “teatro” en el que vivimos, solo lo aceptamos cuando estamos actuando, aunque a veces y algunos seres humanos no lo soportan.

No es cuestión de ficción o realidad, es la misma vida que sin cansarse de ver y descubrir las falsedades del mundo, se da a la tarea sin esfuerzo alguno de mostrarnos tal cual somos, sin suspender las audiencias a todos sus personajes.

Interesante película pues que ahonda más allá de una representación teatral, los entresijos de la conducta humana, donde todos los actores del filme representan a cada uno de nosotros asistentes a la sala de cine, en forma y pensamiento. De manera que el director Roberto Andó —“Viva la libertà” (2013), “Le confessioni” (2016) y de “Il bambino nascosto” (2021) — filmó en su Sicilia natal una historia unida a la imagen de Luigi Pirandello. La película “Extrañeza” fue nominada a 14 premios David di Donatello (los Oscar italianos) en el año de 2022 y finalmente ganó cuatro, incluidos los de Mejor Guion Original y Mejor Producción.

Soñar con ser actor, no debe ser una meta real, creería después de ver el filme. Pero por otro lado, “Extrañeza” focaliza las dinámicas que se forman entre actores y el autor, especulando con alguno que otro conflicto. No hay aquí cavilaciones sobre los métodos creativos, ni sobre la siempre beligerante relación entre una obra y su autor; a lo sumo, una comedia (como la vida misma) de tonalidad costumbrista sobre dos idealistas —Onofrio Principato y Sebastiano Vella en la cinta italiana— implacables ante la circunstancia de sus vidas.

sábado, 14 de octubre de 2023

“Once Upon A Studio”: tráiler oficial de los 100 años de Disney

 


Disney cumple 100 años y lo celebra a lo grande con el estreno de su corto “Once Upon A Studio”




El Justiciero: Capítulo final

 


Hay dos actores de la raza negra que colman mis expectativas cinéfilas, por un lado el veterano y oscarizado Morgan Freeman y Denzel Washington (ganador dos veces del Oscar). No solo son buenos actores, sino queridos y aplaudidos por su público. Como se suele decir popularmente: “mueven el torniquete”.

Considerado como el capítulo final de una trilogía, “The Equalizer 3” (su título original en inglés) nos muestra a McCall hallando una comunidad mafiosa en una pintoresca parte de Italia, viéndose obligado a proteger a sus habitantes de ellos. “The Equalizer 3”, es la tercera película realizada por Antoine Fuqua y protagonizada por Denzel Washington en torno a Robert McCall, ese justiciero que a base de tiros, cuerpos, mutilaciones, y golpes mortales siempre para proteger a alguien o para recobrar aquello que había perdido un individuo bueno.

En términos generales la película buena, pues el guion cabe decir sustenta toda la trama e intriga en medio de la camorra en Italia. Y sin ese exceso descriptivo logra cierto equilibrio a la hora de muertes y balas. Posiblemente sometiendo por un lado y exponiendo un poco más por el otro (entre buenos y malos), hallaríamos una proporción más satisfactoria. La trama a lo mejor se agota mucho antes de que termine, ya que una vez resuelto el climax, lo que queda del metraje parece no interesar, si bien, se aclara alguna que otra consideración final entre los protagonistas.

El filme está basado en la serie de televisión homónima de los años 80 —en la que McCall era el elegante Edward Woodward—. Este actor fue bastante duro, pero esencialmente le dio la vuelta a los villanos a través de su juicio y su agudeza callejera bien desarrollados. También es preciso enfatizar que ha tenido una continuación en otra serie actual en la que es mujer y negra. Pero el carácter es básicamente siempre el mismo y el oscarizado Denzel Washington sale bien librado. Aunque a la larga siempre un poco de lo mismo.

¿Qué decir respecto al filme? Pues que para pasar una tarde divertida y sin mucha complicación la cinta entretiene sin tanta acción trepidante, aunque cargada un poco de violencia. ¿Y el tono del filme del director Antoine Fuqua? un thriller muy a la mirada del cineasta (recordarTraining Day” donde Denzel Washington gana la estatuilla dorada). Este tipo de thrillers impacta y combina su violencia sangrienta con una agudeza poco común.

El actor Denzel Washington siempre tiende a cambiar entre este tipo de películas de acción y proyectos de prestigio para los Oscar. Si bien, es viable que esta película y otras afines no le dan galardones ni aplausos de la crítica, siguen siendo manifiestas —y entretenidas—, con la ayuda de los directores a cargo. Tanto Fuqua como otros de apegados al thriller son capaces de generar descargas de adrenalina bien logradas. Y Washington siempre al tanto.

 

 

 

 

 

 


viernes, 13 de octubre de 2023

Al servicio del Reich

 

Basada en la novela semi autobiográfica “Filió” de Leopold Tyrmand, la película polaca “Filip” y dirigida por Michal Kwiecinski nos traslada al año 1943, sumergiéndonos en una historia de aguante y desagravio en pleno corazón de la Alemania nazi.

La trama sigue a un joven judío polaco, atrevido y abusador, quien oculta un trauma particular detrás de su sonrisa mordaz, al ser asesinada su futura esposa (no cometeré spoiler alguno). Lo válido desde el punto de vista de atención al público, es como vengará su muerte. Y es que después de escapar del gueto de Varsovia —y ocultar sus orígenes judíos—, toma una nueva identidad francesa y empieza a trabajar como camarero en un suntuoso hotel en Frankfurt, lo que le ofrece la ocasión de llevar a cabo su propio desagravio.

De venganzas y hasta personales está lleno el cine (“Kill Bill” Quentin Tarantino). Pero quizá resulto un poco curioso para el cine, la manera como decide vengarse Filip. Además que por su juventud le puede permitir tal acción. De todas formas estamos ante un guion bien estructurado, sin prisa en el personaje (que sale bien librado).

En esto de la venganza (aunque entendamos que puede tener razón su decisión) en la película resulta válido e intrigante de alguna forma, ya que todas aquellas personas mujeres en quienes “se vengó”, hasta qué punto y siendo alemanas les es permitido la amistad con un judío.

Y esto puede ser el argumento a favor de una trama, que tiene su ritmo ascendente y que nunca tenemos en mente si Filip será o no descubierto, Y aquí el personaje no se siente en un infierno ante tal actitud, sino que se acrecienta más, pues sabe que es un símbolo de venganza, aunque no descartemos el sentimiento de culpa.

Y es que desde el punto de vista psicológico estos criterios de venganza, conllevan algunos criterios que vale la pena establecer. En torno a las disyuntivas de la subjetividad: entre el filo del desquite y el marco de la culpa, pues surgen todos los interrogantes morales de venganza, culpa y necesidad de castigo. Agresión y agresividad en el resarcimiento.

La venganza provoca a desquitarse de ultrajes recibidos (en el filme ya sabemos, la muerte de la chica de Filip). Aparece sin ley alguna que la detenga, ilícita, por lo tanto impera al acto y anima. En diferencia con la culpa —que tiene una función de desaprobación (condena al acto) —, está atada a la ley, obliga e intimida. Por consiguiente, ambas actitudes hacen de la subjetividad personaje, un debate a posteriori de estos asuntas, anda ajenos al ser humano.


miércoles, 11 de octubre de 2023

Fair Play

 

La cineasta Domont lleva en su atmósfera y destino el “Fair Play” a esferas suficientemente sombríos, y es turbador y triste verlo todo al mismo tiempo. Jamás el mundo financiero y de capital ha sido más fascinante y los emociones tan viscerales. En este sentido, “Fair Play” y hay que enfatizarlo, es un melodrama financiero muy penetrante, ambientado dentro de las bolsas financieras y feroces de Nueva York.

Pero asimismo es un thriller pasional que estudia la pasión sexual y la política financiera en dos seres —Emily (Phoebe Dynevor) y Luke (Alden Ehrenreich) — que cuando uno (ella en este caso) sobresale más que el otro, las cosas cambian y no para bien. Celos por parte de Luke, y una cantidad de conductas humanas se desatan la pareja que, hasta el mismo final nos tiene con la morada puesta en ellos.

Pero la clave del éxito permitido de la película no es solo que esté llevada a cabo como un producto comercial. Es que “Fair Play”, si bien, está llena de sexo, el dinero, y esas puñaladas traperas y corporativas por la espalda, realmente es una buena película porque además plasma imágenes que representan la vida y a la vez, pueden ser reflejo para muchos de los espectadores que la observan.

Escrita y dirigida por Chloe Domont, directora de series de televisión como “Ballers” o “Clarice”, este es su primer largometraje, donde la cineasta Domont ha creado una de las pocas cintas adaptadas sobre el mundo financiero que todo lo hace de un modo que es lo sobradamente fidedigna como para consentir entender que estamos observando este mundo como verdaderamente es, y no una traslación abreviada de Hollywood. En este sentido, nos evoca de aluna manera a “Wall Street”, en los años 80, un drama financiero que sabía cómo dialogar: hacia el futuro y a la vez lo delimita, y de cierto modo la revela. El arrebato y el encuentro del otro a partir de dinero y el éxito, no es para todos los amigos o amantes.

 

martes, 10 de octubre de 2023

Bem-Vinda, Violeta!

 


Cuando Ana (la actriz de “Avenida Brasil”, Débora Falabella) arriba a un laboratorio de escritura situado en la Cordillera de los Andes, lo hace con el interés de poder perfeccionar la novela que acaparó su vida, una obra afanosa titulada Violeta.  Y si bien, este es la simple y sencilla idea del filme del director brasilero Fernando Fraiha, basada en la novela “Cordilheira” de Daniel Galera, al final sentimos un tono de thriller que eleva la cinta a una buena película.



Pero también resulta interesante a lo largo del metraje, como los demás escritores reunidos frente al maestro Holden (Darío Grandinetti) conectan entre sus propias historias que están escribiendo. Pero no es un simple “conectar”. Ante la frase escuchada en el filme: “Que la vida sea tan real como lo son nuestras ficciones”, es lo que hace que nos preguntemos a la larga que es lo que escribimos (cuando lo hacemos).

Pero también es una propuesta de cómo escribir no es una simple actitud de sentarme a escribir. La escritura como la vida misma es un largo camino por recorrer (aunque para otros sea corta) donde la vida es tan real como nuestras ficciones. Qué lo aceptemos o no, no depende de nada, o a lo mejor depende de las verdades y mentiras que siempre están rondando en nuestro cerebro.

Esto podría ser las emociones que nos de esta película, bien dirigida, aunque un guion por momentos terco en las consideraciones de un falso destino o de nuestras propias decisiones. Intentar explicar cuál es el punto neurálgico de esta situación (bien explicado a través de la imagen de los protagonistas del filme), ya que se haya en el propio camino a recorrer por los interlocutores.

Al final, pues como todo final. Siempre hay formas de poner punto final a nuestras propias ideas y planeamientos de la vida misma y cómo la hemos vivido. En este sentido recuerdo a Descartes: “los malos libros provocan malas costumbres y las malas costumbres provocan buenos libros”. Todo depende de la vida que hemos vivido.


lunes, 9 de octubre de 2023

“En corps”, del cineasta francés Cédric Klapisch

 

Lo primero que habría que decir este filme francés es que el desempeño actoral y la distinción de la puesta en escena, al igual que unos diálogos resplandecientes, conducen a esta comedia a un altura de atributos artísticos que vibra y rememora en parte el cine de Woody Allen. Todo sumado a un mensaje de como levantarse de ciertas caídas que nos permiten reflexionar sobre qué es lo que realmente vale la pena en nuestra vida emocional.


 “En corps”, del cineasta francés Cédric Klapisch, no es que sea una idea original (el cine lo ha mostrado en más de una oportunidad y en diferentes escenarios). Y, sin embargo, algo hay que recalcar una narrativa sencilla y de una manera natural e incuestionablemente divertida. Eso es lo que Klapisch ha hecho en su filme, y con una presencia importante e importante, como la seductora actuación central de Marion Barbeau —bailarina principal del ballet de la Ópera de París— y que logra un maravilloso debut dramático. Su roll es evidente está influenciado por su trabajo diario —esencialmente en las escenas en las que lucha con su esguince y sus secuelas—. Esta es una actuación completa de su parte que apoya a transfigurar lo que podría haber sido una trivialidad a lo mejor en algo mágicamente terminante.

“En corps” no está forzosamente atiborrada de un argumento impactante e insospechado. Con el buen guión de Klapisch y el coguionista Santiago Amigorena pueden seguir escribiendo a cuatro manos este tipo de historias musicales y de bailarines.  Y es que a “En corps” no le falta sutileza, y todo está compensado con pura artesanía, arrojo y profesionalismo. Klapisch siempre ha sido un cineasta de mis complacencias.

De manera que estamos ante una historia sencilla en su manera de entender el sentido de superación (hasta de los traumas). Pero no deja de brillar en su esencia más pura y es la relacionada con la danza como un elemento de vida. Un marco de referencia con esta forma de arte, que se puede considerar y equiparar tanto de la hermosura de los performances como el trabajo enormemente severo y punzante que envuelve crear algo sin supuestos de voluntad.