martes, 15 de agosto de 2023

Agente Stone

 


Como si de Bourne, Bond, o Lara Croft se tratara, Netflix intenta de crear un nuevo héroe popular del cine de acción, mostrando al público a Rachel Stone (Gal Gadet) —miembro del MI6—, que auxilia a su equipo hackeando los sistemas para que los agentes de campo logren acceder a sus objetivos. Pero disímiles escenarios avivan que la organización permanezca expuesta y la agente Rachel tenga que impedir en su misión más peligrosa hasta el momento.

En un trabajo en un chalet de esquí en los Alpes, Rachel y su equipo disipan su misión, pero descubren a Keya (Alia Bhatt), una hacker india huérfana de 22 años. Ella y un escurridizo socio aún por revelar buscan acabar con La Carta robándoles su programa de inteligencia artificial, conocido como El corazón, que contiene el poder de controlar toda la información del mundo. A medida que se desarrolla su juego trotamundos de mantenerse alejado, ocurren traiciones y aumentan las apuestas.

Esta es la idea fundamental, y con base en su montaje y acción, el filme entretiene, pero sin aportar realmente nada al género y sus héroes. Heart Of Stone” (su título original) evidentemente tiene todas las peculiaridades de un intrigante thriller de espías: una semidiós que se sacrificaría por el bien mayor, combatiendo contra un despreciable personaje que no se contendría ante nada, un secreto que gira acerca de un eficaz dispositivo de inteligencia artificial, un conjunto de locaciones internacionales fotografiadas, y muchas acrobacias que retan a la muerte.

El inconveniente es que distinguimos esa mixtura de elementos (algunos hasta fantasiosos) hace unos meses —solo que muchísimo mejor— en “Misión: Imposible—Clases de muerte Parte 1”.  ¡Qué nada! Volviendo a la película “Agente Stone”, hay un innegable sentido de parodia sobre una trama, que pende de un ordenador que usa algoritmos y los cineastas están proclives a esta toma de decisiones poco “creativas”. Lo que quiero enfatizar es que atrás quedaron las probabilidades del ser humano como tal y todo lo ordena un computador según el filme observado. 


domingo, 13 de agosto de 2023

La mujer de Tchaikovsky

 Pocos días antes de morir, Tchaikovsky dirigió en Moscú su Sinfonía núm. 6 (1893), más conocida con el nombre de “Patética”, obra principalmente indicadora de la complicada naturaleza del músico, y del drama introspectivo que envolvió su existencia, angustiada por una homosexualidad inexpresiva, y un firme y enfermizo estado depresivo. De profundas proporciones pero diversa, esta partitura irradia —quizá mejor que las otras—, los propios distintivos del estilo de Tchaikovsky y la variabilidad de su ensueño, que tendía a “esparcir los oportunos temas, en lugar de unirlos en un enfoque constructivo y unitario”. El mismo año de su estreno, 1893, se declaró una epidemia de cólera; contagiado el compositor, el achaque puso fin a su existencia.

Esta podría ser a mi juicio la evaluación del músico ruso y este filme por su grandeza en todos los sentidos. No obstante, el director Kirill Serebrennikov se detiene en la vida escondida de Antonina Miliukova Alyona Mikhailova, desgarra y secciona su papel, y hacer quizá, su mejor actuación—, una dama oculta que fue defenestrada en vida y rotundamente borrada después de su muerte [murió loca de amor por el músico ruso] cuando la Rusia de los Soviets se entregó, tal y como registra el propio director, “a limpiar el mito de cualquier rastro de polvo lujurioso capitalista”.

El amor que Antonina Miliukova siente por el compositor de “El lago de los cisnes”, es tal que, luego convertido en ímpetu autodestructivo, es, en sí mismo, una forma de desavenencia. Es esa mujer adherida a un objeto de deseo que la impugna, la humilla, la borra de la vida pública, pero no deja su tesón de reclamar su espacio —en un discurso en el que profesa pleno derecho a pertenecer.

Kirill Serebrennikov es para este cronista un genio, y posee en lo cinematográficamente hablando, un enorme sentido del encuadre y su  encadenamiento, con lo que reconcilia la historia de esta señora infeliz, obsesionada y fastidiosa en un fenómeno visual, en el que cada instante es más extraordinario que el anterior. Cada elegancia del encuadre y cada escena es una hermosa ostentación de composición fotográfica, en un milimétrico juego de emplazamientos de cámara y puesta en escena.

 


viernes, 11 de agosto de 2023

“La memoria infinita”

 

En este documental la directora de “El agente topo” plasma la relación entre el periodista Augusto Góngora —que sufre Alzheimer—, y su mujer, la actriz Paulina Urrutia. Una historia sencilla que se presentó en la Berlinale tras ser galardonada en el Festival de Sundance.

Achaques degenerativos mentales como el Alzheimer suelen ser presentadas, en la vida y asimismo en el cine. La memoria infinita” que ganó el premio al mejor documental internacional en el Festival de Sundance,  añade como una penetrante y adecuada metáfora, el trabajo periodístico de Augusto Góngora. El subgénero muy frecuentado del drama de padecimientos neurodegenerativo puede ser tan horrorosamente oscuro que con frecuencia se siente como una desagradecida zambullida en la desdicha.

No obstante, de vez en cuando en la historia del cine, surge una película que destella tales condiciones irreversibles y con nuevas configuraciones. Mia Hansen-Løve logró eso el año pasado con “One Fine Morning”, trasladando una complejidad vehemente y empatía, en la disputa de una lozana viuda para poner rumbo a los retos de su vida —entre ellos, la demencia de su padre—. Y en este sentido el filme que hoy nos ocupa, aporta maneras análogas al estudio —no ficción— en un tema dolorosamente tierno.

Con base en lo anterior, en “La memoria infinita”, el motor de esa “batalla a la enfermedad” es la pareja de Góngora durante 25 años. La actriz convertida en ministra de cultura y artes, Paulina Urrutia, con quien se casó en 2016, y dos años después de su prescripción. Su valor, fervor y confianza casi inalterable mientras guía rendidamente a su esposo a través de la creciente niebla de su pasado y sus vidas juntas, proporciona a la película un aspecto tranquilizador, inclusive, cuando queda claro que la expectativa solo los transportará hasta cierto punto contra un padecimiento despiadado.

Película pues muy sincera que nos pone en alerta sobre este tipo de enfermedad. Pero sobre todo, tener a alguien capaz de llevar con paciencia lo que el final de la vida ofrece. Excelente filme, no por su realidad verdadera, sino la manera en la cineasta nominada al Oscar Maite Alberdinos cuenta, lo que muchas veces no tiene solución.

jueves, 10 de agosto de 2023

Kim Novak, el alma rebelde de Hollywood


Este documental dirigido y co-escrito por Jessica Menendez, es un homenaje a una de las actrices de Hollywood que dejaron para la historia del cine toda una serie de asuntos no solo con su carrera sino con el Hollywood de su momento. Un sencillo documental editado entre su vida y los filmes en los que actuó, que dejan un testimonio de que nada nunca fue fácil para las mujeres en la meca del cine.

Para las nuevas generaciones, es un actriz desconocida, pero que el documental invita a visitar sus películas. A mi juicio dos filmes que marcaron su importancia en la industria del cine y sus directores de cine. Me refiero a “Vértigo” (1958) de Alfred Hitchcock, y “El hombre los brazos de oro” (1955), de Otto Preminger. La primera, porque es la película de Hitchcock más próxima a lo magistral del cineasta, y la segunda por ser una extraordinaria película y donde Frank Sinatra gana su “Oscar” por caracterizar a un heroinómano. Aunque para mí, su trabajo en “De aquí  su eternidad”, debió ser galardonado con el “Oscar”.

Bueno, dejemos a un lado estas consideraciones y digamos que el filme sobre Novak también deja un testimonio en su propia voz sobre todo lo que le rodeo cinematográficamente hablando. Un documental pues sencillo en su producción donde sin lugar a dudas también es un repaso sobre el Hollywood de los años cincuenta y no tanto sobre la vida privada de la actriz, si bien su relación con Sammy Davis Jr., fue el más sonado. Película pues que se puede observar con los ojos de comprender más la industria de Hollywood y la vida de una gran estrella del firmamento del cine de Hollywood.


martes, 8 de agosto de 2023

The sound of freedom

 





Espere pronto su crítica

Misántropo (To Catch a Killer)



El ganador del BAFTA, Damián Szifron, coescribe y dirige este thriller de asesinos en serie, donde de entrada la última parte del filme no aporta nada a la imágenes que precedieron la intriga. En esto de los thrillers, muy poco se puede escribir sobre la trama porque arruina el interés del espectador por ir a verla. Ya que le ha sido cantada de que va el asunto. Pero sí podemos decir, al igual que la crítica especializada internacional que, para “To Catch a Killer”, su primer largometraje en dos años, Shailene Woodley —quien también produce la película— pretende crear su propia transcripción de la inconfundible Clarice Starling. El thriller es una rotura deshecha en el cinturón de odiseas psicológicas de asesinos en serie en la línea  de muchos filmes ya observados en el cine reciente.

Si la “psique angustiada” de Eleanor (Shailene Woodley) la reconcilia en la única persona que puede concebir la mente de su criminal y llevarlo ante la justicia, ¿por qué luego el FBI decide otro asunto (no escribiré cual) respecto a ella? Pienso que es una respuesta que debió haberse ilustrado poco a poco en los primeros dos tercios del filme. Sin embargo, tal como se desarrolla la trama desde el comienzo, hay que reconocer que permite estar atento a todo lo que sucede, y eso sería algo a su favor.

Existe la sensación de que el filme te recuerde a un thriller de otros actores que irrumpieron el género desde los ochentas y noventas. La mezcla de eventos del universo real y frases de moda, concluyentemente simboliza un ensayo desacertado de poner el dedo en nuestra cotidianidad delictiva. La película parece que está suministrando una especie de juicio para los tiradores en masa de nuestro tiempo, al tocar temas como el control de armas, la animadversión racial y la crueldad policial. No obstante, el escenario de Baltimore insinúa a una década de 2020 del procedimiento seminal “The Wire”, de HBO. En general si bien el filme tiene la estructura del thriller, es una película que le sobran minutos, sobre todo, después del descubrimiento del asesino.


miércoles, 26 de julio de 2023

Barbie

 

Cuando se supo que la próxima película de Greta Gerwig, guionista y directora de Lady Bird (2017) y Mujercitas (2019), sería Barbie, hubo no pocas maravillas y exaltaciones entre sus incondicionales. Una historia basada en las muñecas de Mattel, de las que durante diversas generaciones han gozado [creería] las niñas de todo el mundo.

En cuanto al prólogo del filme, hay que reconocer que es entretenido, inclusive persuasivo dentro de su exigua singularidad, es un reiterado [en el cine] y remedo del fragmento del filme de Stanley Kubrick. Año 2001, una odisea del espacio. Referencia que, pese a su obviedad, tal vez se les escape (por no decir desconocer) a un público interesado en ver esta película. En este episodio, se mimetiza para suplantar a unos simios por niñas, los huesos por muñecas y el monolito por el estereotipo de Barbie, cuya llegada presume una genuina revolución en el nivel progresivo del recreo infantil.

De todas formas, “Barbie” no es una película para niños, más bien para adultos y de pronto aquellas mujeres que tuvieron y jugaron con la famosa muñeca.  El asunto más que hablar de muñecas, es la idea un tanto filosófica de cómo al ir una muñeca a la vida humana y los humanos a la vida de las muñecas, el mundo no cambia y todo parece escabullirse las manos. Por un lado determinar que en el juego de la Barbie, todo es mentira y falso, y en el mundo del humano pues también, aunque a la hora de preferir, lo imaginado es mucho mejor y por muchas cosas, además bellas.

Y eso es la película, más bien regular, pero lo que sí colma son  las exceptivas de un mercadeo, que con pocas emociones, logra evocar de alguna manera en las mentes de las mujeres, cuando jugaron a ser Barbie. Volviendo al filme, un guion con muchos diálogos que se arrinconan de la acción armónica para hablarnos directamente. Por lo que el guion [y reitero] se estructura de una forma poco dogmática, en cuanto a la división en actos y ritmo de las escenas. El ensayo no marcha siempre con bastante claridad y sencillez, pero es una propuesta, que podría funcionar con el público más bien femenino.