viernes, 11 de agosto de 2023

“La memoria infinita”

 

En este documental la directora de “El agente topo” plasma la relación entre el periodista Augusto Góngora —que sufre Alzheimer—, y su mujer, la actriz Paulina Urrutia. Una historia sencilla que se presentó en la Berlinale tras ser galardonada en el Festival de Sundance.

Achaques degenerativos mentales como el Alzheimer suelen ser presentadas, en la vida y asimismo en el cine. La memoria infinita” que ganó el premio al mejor documental internacional en el Festival de Sundance,  añade como una penetrante y adecuada metáfora, el trabajo periodístico de Augusto Góngora. El subgénero muy frecuentado del drama de padecimientos neurodegenerativo puede ser tan horrorosamente oscuro que con frecuencia se siente como una desagradecida zambullida en la desdicha.

No obstante, de vez en cuando en la historia del cine, surge una película que destella tales condiciones irreversibles y con nuevas configuraciones. Mia Hansen-Løve logró eso el año pasado con “One Fine Morning”, trasladando una complejidad vehemente y empatía, en la disputa de una lozana viuda para poner rumbo a los retos de su vida —entre ellos, la demencia de su padre—. Y en este sentido el filme que hoy nos ocupa, aporta maneras análogas al estudio —no ficción— en un tema dolorosamente tierno.

Con base en lo anterior, en “La memoria infinita”, el motor de esa “batalla a la enfermedad” es la pareja de Góngora durante 25 años. La actriz convertida en ministra de cultura y artes, Paulina Urrutia, con quien se casó en 2016, y dos años después de su prescripción. Su valor, fervor y confianza casi inalterable mientras guía rendidamente a su esposo a través de la creciente niebla de su pasado y sus vidas juntas, proporciona a la película un aspecto tranquilizador, inclusive, cuando queda claro que la expectativa solo los transportará hasta cierto punto contra un padecimiento despiadado.

Película pues muy sincera que nos pone en alerta sobre este tipo de enfermedad. Pero sobre todo, tener a alguien capaz de llevar con paciencia lo que el final de la vida ofrece. Excelente filme, no por su realidad verdadera, sino la manera en la cineasta nominada al Oscar Maite Alberdinos cuenta, lo que muchas veces no tiene solución.