martes, 8 de agosto de 2023

Misántropo (To Catch a Killer)



El ganador del BAFTA, Damián Szifron, coescribe y dirige este thriller de asesinos en serie, donde de entrada la última parte del filme no aporta nada a la imágenes que precedieron la intriga. En esto de los thrillers, muy poco se puede escribir sobre la trama porque arruina el interés del espectador por ir a verla. Ya que le ha sido cantada de que va el asunto. Pero sí podemos decir, al igual que la crítica especializada internacional que, para “To Catch a Killer”, su primer largometraje en dos años, Shailene Woodley —quien también produce la película— pretende crear su propia transcripción de la inconfundible Clarice Starling. El thriller es una rotura deshecha en el cinturón de odiseas psicológicas de asesinos en serie en la línea  de muchos filmes ya observados en el cine reciente.

Si la “psique angustiada” de Eleanor (Shailene Woodley) la reconcilia en la única persona que puede concebir la mente de su criminal y llevarlo ante la justicia, ¿por qué luego el FBI decide otro asunto (no escribiré cual) respecto a ella? Pienso que es una respuesta que debió haberse ilustrado poco a poco en los primeros dos tercios del filme. Sin embargo, tal como se desarrolla la trama desde el comienzo, hay que reconocer que permite estar atento a todo lo que sucede, y eso sería algo a su favor.

Existe la sensación de que el filme te recuerde a un thriller de otros actores que irrumpieron el género desde los ochentas y noventas. La mezcla de eventos del universo real y frases de moda, concluyentemente simboliza un ensayo desacertado de poner el dedo en nuestra cotidianidad delictiva. La película parece que está suministrando una especie de juicio para los tiradores en masa de nuestro tiempo, al tocar temas como el control de armas, la animadversión racial y la crueldad policial. No obstante, el escenario de Baltimore insinúa a una década de 2020 del procedimiento seminal “The Wire”, de HBO. En general si bien el filme tiene la estructura del thriller, es una película que le sobran minutos, sobre todo, después del descubrimiento del asesino.