“El buen patrón” quizá sea la mejor película de Fernando
León de Aranoa [a casi 20 años de “Los lunes al sol”], y en clave de comedia [a
veces sátira] el cineasta español ofrece un retrato de lo que es en verdad la
realidad laboral, además marcada por esa clase de empresarios ambiciosos y
proletarios algunos con mayor o menor concupiscencia.
Aranoa vuelve a trabajar con Javier Bardem y la
historia nos relata, cinco días en la vida del propietario de una empresa [familiar].
“Básculas Blanco”, precisamente del señor Blanco, que espera la inspección de
una comisión de la que obedece entregar un premio local de la excelencia
empresarial. Todo debe trascender inmaculado, perfecto y, por ende, equitativo.
Aparece con base en lo anterior, la lucha destructiva
[no cometeré spoiler], pues ninguna de ellas [bien sea la del patrón o el
empleado despedido] puede llegar a la verdad de sí misma sin la eliminación de
la otra [Aranoa lo resuelve eficazmente]. En esta disputa por la libertad no es
que se ponga en riesgo la vida, pero, y ahí lo interesante, surge la paradoja
de que es preferible dejar vivo lo que se pretende eliminar [el personaje de Bardem
lo deja bien claro]. Así de esta manera, la lucha por la eliminación se frena
pero no desaparece la inclinación por el enfrentamiento.
Pero más allá de esta historia [como todas las demás las
cosas de la vida] en empleados y empleador], la reflexión está en las cuantificaciones
dialécticas en cualquier tipo de relación. Arteta (2017) afirma:
Aparece, entonces, la lucha
destructiva, pues ninguna puede llegar a la verdad de sí misma sin la
eliminación de la otra. En esta lucha por la libertad se pone riesgo la vida y aparece
la paradoja de que es preferible dejar vivo lo que se pretende eliminar. Así de
esta manera, la lucha por la eliminación se frena pero no desaparece la inclinación
por el enfrentamiento. (p.127)
Esto se observa claramente en la
película, y afirma sin caricatura una realidad.
De manera pues, que estamos ante un buen filme que no necesita mucha
observación para darse cuenta de que lo ocurre en la pantalla, es lo que ocurre
en la vida misma.
Arteta, C. (2017). La
dialéctica del amo y el esclavo. DOI:
http://dx.doi.org/10.15648/am.30.2017.11