sábado, 13 de julio de 2013

EL LLANERO SOLITARIO



“El llanero solitario” de Verbinski es una película que en su último tercio, podemos ver lo que representó para la gente hace par de décadas (las sesentas y setentas del siglo pasado), en personajes como  el llanero solitario y Toro. El héroe serio y capaz de resolver los problemas en su “territorio comanche” y la incertidumbre (que no titubeo) de un ayudante como Toro.

En los dos tercios anteriores, y todo relatado en flash back, ambos personajes resultan cómicos para el espectador, lo que para las nuevas generaciones es un punto de partida para dos personajes en principio torpes (según la fábula que se observa en la sala de cine), pero que terminan siendo los héroes más favorecidos por los dioses.

El devenir entre el presente y el pasado, del largo metraje, rompe la realidad verdadera de los mitos. Y es para aquellas generaciones que vieron al llanero solitario en la televisión, no terminan de dar crédito a lo que observan. Pero, los chicos del siglo XXI, aceptan una propuesta, más bien cargada de comicidad, circunstancia este que no los dejan elevar al nivel de héroes (como sí los de Marvel, por ejemplo).

Film pues interesante para el debate de desmitificar el mito cuando de existencialismo se trata. Y surge entonces la pregunta: ¿Responde a patologías de la razón y que en la actualidad se generen nuevas mitificaciones? Por sus respuestas (si ya ha visto el film), usted decidirá si es bueno o malo.


Mircea Eliade no sólo estudió los mitos en las culturas antiguas, sino que también habla de las “mitologías modernas”. En “Mito y realidad” escribe: “ciertos ‘comportamientos míticos’ perduran aún ante nuestros ojos. No se trata de ‘supervivencias’ de una mentalidad arcaica, sino que ciertos aspectos y funciones del pensamiento mítico son constitutivos del ser humano”. 

Gonzalo Restrepo Sánchez
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