Esta es una reciente película italiana exitosa y basada en hechos ocurridos en 2001, en
Génova, durante la conferencia del G8. Aunque la ciudad estaba bien custodiada
para recibir a los dirigentes de las potencias mundiales, un grupo de
activistas, la mayoría estudiantes, se encerraron en la escuela Díaz y fueron
desalojados brutalmente por la policía.
Si bien este es el hecho
noticioso, el film (rodado en gran parte con cámara en mano), luce (en
apariencia) como un falso documental, y, se le abona la denuncia por lo
ocurrido. Pero, de pronto, también la historia luce maniquea. En esta
controversia y contraposición de ideas entonces, podemos escribir que la
historia por un lado luce real, pero de pronto la manipulación de algunas
escenas (propias del montaje), parece que algo no encajara.
Esta sensación es precisamente porque no es testimonial
sincera, aunque resulte un pleonasmo, pues un testimonio, debe, de por sí, ser
sincero. Por lo demás, se abona la valentía al cineasta, pues a pesar de todo cuenta lo que quiere contar
(y hasta a su antojo).
Gonzalo Restrepo Sánchez
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