El documental de Bao Nguyen comienza con un fotógrafo diciendo:
"Cuando se fotografía con película, siempre hay algo de misterio […] pero
lo que sí se sabe es lo que no se tomó". “The Stringer: El
hombre que tomó la foto” es un secreto documental
sobre un argumento muy formal: la auténtica autoría de la famosa fotografía de
la guerra de Vietnam (tomada el 8 de junio de 1972 en la ciudad de Trảng Bàng),
que exponía las secuelas de un mortífero ataque a Napalm: una niña de 9 años
llamada Phan Thį Kim Phúc corriendo desarropa hacia la cámara, con sus bracitos
extendidos un grito de agonía.
Tenía quemaduras en todo su cuerpo (la fotografía muestra a otros
cuatro chiquillos, vestidos y corriendo con ella). Una fotografía que desde el
momento en que emergió al mundo y fue vista por millones de personas, y fue una
imagen que se conoció como “Napalm Girl”. Una de los retratos más icónicos y demoledoras
del horror de la guerra.
En
“The Stringer: El hombre que tomó la foto”, un fascinante y turbador documental
dirigido por Bao Nguyen, nos recuerda que la niña, Kim Phuc, sobrevivió a esa consternación
y se convirtió en una embajadora de la paz. Hay retratos de ella mostrando la
foto, a veces titulada “El horror de la guerra”.
Si desea saber la verdad de la foto “Napalm
girl”, recomiendo el documental, The Stringer: The Man Who Took the Photo. Una
clase magistral del cine documental. La narración esté articulada de una manera
nada introspectiva, y sin la voz en off prolongada y recurrente de los
protagonistas. Por tanto, es un relato que revela la conciencia de algunos fotógrafos
entrevistados, pero también la película, por su condición cinematográfica, no
rehúye o ciñe a un mero recurso estilístico, sino que se alimenta de ella. La
cinta se brinda entonces como un libro abierto, cuya narración adquiere una
cierta musicalidad, un ritmo inherente al montaje y al despliegue de emociones
de un foto tan famosa, que la fotografió el que menos se interesó por su intrepidez.
Y una idea más, una clase magistral de fotoperiodismo, más allá de “la hoguera
de las navidades”. Y como escuchamos en el filme: “el silencio golpea más
fuerte con los años”
