Con claridad narrativa este filme español de Jaione
Camborda ganador el año pasado de la Concha de Plata a mejor película, pasó por
el festival de cine de Cartagena este año y fue vista por muy pocos. No obstante,
dejó la sensación de estar frente a un excelente filme.
La historia toma como punto de partida a una matrona
llamada María (misteriosa e insondable Janet Novás) que tiene que huir de su
pueblo tras verse implicada en un aborto de espantosas consecuencias. A partir
de este momento María se lanza a una fuga —que es además una liberación—, a
través de la frontera que separa Galicia de Portugal.
A partir de este momento, la directora Camborda
plantea un tono intranquilo en la oscuridad de la noche y lo hace armonizando
con las pautas de un drama a través de una mujer que tiene que fugarse
(precisamente para dejar de huir). Pero, si se observa con otros ojos, la idea es muy
distinta y tiene más del cine de los años setenta (y que es el período que se fotografía
y aún vivía Franco). Y la de una mujer que encarna la vida (a lo mejor poco
romántica).
En este “viaje” de María será —para bien y para mal—, perdurable,
ya que, al mismo tiempo que revela un ante sus ojos un mundo nuevo y sin lágrimas,
opuesto al de su metódica vida anterior, donde los demás juegan libremente f
saltando al mar desde las rocas, también se topa con una dura realidad: rente a
los propósitos decorosos.
María al final del filme tiene su propia familia: un
hijo con los que retomar a lo mejor ese lazo perdido. María tendrá la
exclusividad del cariño y las atenciones a su nueva compañía. En ningún minuto
la directora recurre a trucos melodramáticos o pronunciados que busquen el
fácil sollozo. Todo se siente natural y fidedigno, y quizá por eso empatizamos
tanto con María, e inclusive en sus conductas perfectamente humanas.
En términos narrativos, lo que “O corno” tiene para describir
son: sus escenas espaciosas y largas, al igual que sus silencios y sus tiempos equilibrados
(excelente timing). Todo complementario a la gran dirección de fotografía de
Rui Poças, que entrega una mirada contemplativa. Y conserva su mano firme
dentro de un modelo narrativo más clásico. “la narración puede ser una forma
fundamental para que los seres humanos comprendamos el mundo” (Bordwell &
Thompson, 1995, pág. 74).
La narrativa cinematográfica utiliza el “relato” como
medio para contar una historia, en la que es ineludible la imagen de hechos, interlocutores
y emociones que inquieren ser trasferidos de forma afín —sea a partir de una
acción lineal o no—, en características de ordenaciones temporales que a su vez
concretan el relato.