“Past
Lives”, fue un éxito en el Festival de Cine de Sundance en enero y es de los
primeros filmes que podemos escribir es un serio aspirante a ganar el “Oscar”,
después de conquistar el premio a la mejor película en los Gothams. Esta
película pisa fuerte debut como directora de Celine Song, protagonizada por
Greta Lee como una mujer nacida en Seúl que, después de casarse con un estadounidense
(John Magaro), se reencuentra con un amigo de la infancia de Corea del Sur (Teo
Yoo).
“Past
lives” se avecina sobre el tema de una maravillosa historia de amor,
entrecortada por la espada del buen destino. La directora debutante mitad
canadiense, mitad coreana, Celine Song narra la historia a modo de flash back
de dos amigos que a lo largo de todos años que se echaron de menos, se anhelaron,
se lograron a olvidar, hasta se reencontraron y se despidieron. Visto así el
asunto, luce indeterminado, pero en realidad es tan sencillo a la vez el
asunto; que resulta resplandeciente, penetrante y admitámoslo: adolorido.
Song
te lleva a los universos de sus interlocutores: a la delicadeza por ambicionar
sin retocar los afectos. En la medida que se desenvuelve “Past Lives” —entre
Nora y Hae Sung—, esbozando ligeramente [en el sentido de tenue] cómo se han
desarrollado sus respectivas vidas cotidianas. Aun así, Nora —y el desempeño
actoral finamente medido de Greta Lee— son el centro gravitacional de la
película
Pero
por otro lado la historia recrea el paso del tiempo sin sentido precisamente
por su silencio atronador, es decir esas nostalgias que desde la niñez conservamos
y para los asuntos del amor. Así que en una retrospectiva la directora nobel
nos arrastra hacia los recovecos interiores, esos pasos del alma sinceros que
condicen el alma. La honestidad de la película —su
intimidad, nivel humano, espacios humildes y falta de brío visual en el sentido
de atrevimiento— es uno de sus puntos fuertes y que calan hondos en el
habitante de la sala de cine.
Cada
vez que optamos a conciencia una “calzada en la vida”, estamos anteponiendo no
tomar otra distinta, y en la medida en que nos van pasando los años, mayor es asimismo
la idea de pensar y sin remordimiento lo que hubiera podido haber sido y que
otro tipo de personas hubiéramos conocido. Y lo expreso en el sentido de aprobación
y resignación sobre la vida que vivimos. Esta podría ser la idea madre de la extraordinaria
ópera prima de Celine Song y considero apunta desde ya a los “Oscars”.