jueves, 17 de febrero de 2022

Eiffel

“Eiffel” la película francesa del cineasta Martin Bourboulon, es una buena apuesta al cine de biografías. Tomando como punto de partida el 31 de marzo de 1889, la historia nos muestra a través de una serie de flash backs, la vida [sobre todo amorosa] de Gustave Eiffel (un excelente Romain Duris) y su gran torre para regalar París. Desde este punto de vista, el filme sigue el hilo conductor a través de su amada, saltando del presente al pasado y viceversa. Eiffel ya era una celebridad de fama mundial [había construido puentes, estaciones de tren y el esqueleto que mantiene la Estatua de la Libertad]. “De acuerdo con "La Torre Eiffel" de Jill Jonnes (una lectura digna para aquellos interesados ​​en la historia de fondo), el joven Eiffel se enfrentó a varias perspectivas de matrimonio, y finalmente consiguió la ayuda de su madre para encontrar una esposa” (Debruge, 2021).

La romántica historia que abarca toda la película, evidencia que el constructor lo hace todo por amor a Adrienne (Emma Mackey). Si bien esto es válido e importante en el guion, todo se circunscribe en la construcción de la torre Eiffel, que como en todas las cosas de la vida, siempre tuvo sus opositores. Película pues bien sencilla en su trama (y con buenos efectos visuales) que el cineasta sale bien librado y a la larga plantea que las luchas e ilusiones del hombre tiene su mérito cuando, se proponen lograr sus objetivos a pesar de todas las adversidades.

Este tipo de películas con la denominación de Biopic, permiten identificar de primera, de qué se trata. Biopic procede de la contracción de los vocablos biographical y picture, en otras palabras, biografías desarrolladas en el medio cinematográfico. Se pueden concretar, por esta sencilla razón, como películas que «instruyen» la vida de determinados personajes. Las biografías que son escritas, muestran unos semblantes narrativos específicos que son largamente almacenados en su tránsito al medio fílmico, si bien el biopic asimismo exhibirá innegables particularidades propias del personaje en cuestión.

No es de extrañar, por lo tanto, que los primeros biopics [sobre todo hollywoodienses] acumularan las importantes experiencias de personajes como científicos, políticos, artistas, etc. [de auténtica aportación a la comunidad en la se desenvuelven y hasta universal]. En definitiva, todo este tema trata siempre de acercamientos bienintencionados en algunos casos y mitificadores e intensamente dramáticas en otros [no así el de Eiffel]. Todo debido quizás, a que el imaginario de la sociedad y europea de 1880, a falta de otros modelos, se nutre del aspecto trágico que impregna [para el caso de París] toda la vida y bohemia parisina cuyo leitmotiv más claro es la filiación que establecen sus propios habitantes.

Gonzalo Restrepo Sánchez

Visite: www.elciesinirmaslejos.com.co