viernes, 15 de mayo de 2020

Witness for the prosecution (para estos tiempos que vivimos)



Siempre me ha fascinado la literatura de Agatha Christie y en cine sus obras han sido resueltas casi todas de forma acertada. En esta oportunidad bien podríamos enunciar lo mismo, aunque en el cine —eso sí—, los finales no deben resultar tan fulleros e inverosímiles, pues el espectador se siente estafado.


A pesar de todo, una vez observada la película, a uno le queda el grato sabor de un Charles Laughton preciso y un guión bien escrito. No obstante, la lección que deja este film bien realizado y con una alta calificación, es que nunca se debe escribir un guión sin conocer el final (recomendación del maestro del suspenso).
De todas formas, pienso que la gran obra maestra de Wilde sigue siendo “Con faldas y a lo loco”. Un poco sobrevalorada “Testigo de cargo”, pienso ha subido muchos escalones en su calificación, gracias a que, en clave de drama judicial: Nada es lo que parece. Esta es la idea madre de una película que tiene el factor de transitar por momentos, entre la comedia y el thriller, reafirmando precisamente eso: ¡Nada es lo que parece!
Gonzalo Restrepo Sánchez
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