El gran poder de Vatel
( y lo escuchamos en su diálogo) es su creación. Por eso fue admirado en su
época, que hasta fue “peleado” por muchos magnates de la época. De todas formas
el cineasta Joffé se recrea hasta más no poder con su film estimable, donde la
época del Luis XIV queda bien reflejada y sobre todo lo exagerado en sus
libertades, hasta que llegó la Revolución francesa.
Otro acierto en este
film, es sin lugar a dudas el casting. Todos
los personajes observados configuran ese hedonismo, hasta que llegó la
hora de la verdad. Sobre todo para Vatel, que terminó por decidir qué hacer con
su vida. La película Vatel es pues una mirada
(bajo la estética Bárroca) de los excesos en una sociedad hipócrita (muy
poco se diferencia de la hoy día, ¡claro!).
Gonzalo Restrepo Sánchez
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