Que yo recuerde, no
creo haber visto película alguna de Pakula como mala. Y la que ahora conduce a
la crítica, mucho menos. La historia que en apariencia conlleva a la idea de
cambios de parejas, a la larga resulta un interesante thriller, que en la mano
de una cámara firme y suave a la vez en su relato, la intriga siempre va de un
lado a otro, con la misma inquietud de saber que es lo que realmente ocurre.
De manera que muy bien
por este episodio que hace a partir de una infidelidad. Y no es que la cinta
nos recrea los cuerpos de los protagonistas saciando sus cuerpos. Es todo lo
que ocurre por un desliz que nunca debió ser. En ese sentido la gran moraleja
es “No desearás a la mujer del prójimo”.
Lo que ocurre es que el
ser humano está acostumbrado a romper siempre los cánones del buen vivir. Así que
no queda otra idea que atenerse a las consecuencias. ¡Y punto!
Gonzalo Restrepo Sánchez