Esta es un “un road
movie” con el actor español Pepe Sacristán inmenso y pare de contar. La historia
cargada de metáforas, nos abre la oportunidad de ver a un asesino a sueldo, viejo, enfermo, llamado
Santos en busca no de su pasado, ni su futuro perturbable, es la aproximación a
una felicidad esquiva del hombre de marras.
Así que en medio de ese
camino, aparece una mujer que acompaña
al asesino, para nada. Digo para nada, pues la relación se mantiene como
piletas sin agua. Entonces ¿para que una chica al lado de uno (digo Santos)? En
el caso del film, son los viajeros de la incertidumbre. Y es que la
irresolución es el fin de esta película un tanto carente de ritmo y una puesta
en escena con la frialdad de un lugar habitado en un recorrido a ningún lugar.
Gonzalo
Restrepo Sánchez
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