En Francia, en vísperas
de la II Guerra Mundial (1939-1945), se ubica este drama romántico, donde el
actor Daniel Auteuil dirige esta película, demostrando todo su talento (al
menos conoce bien los resortes de este
tipo de género), para hacernos llegar muchos sentimientos sobre esta historia a
la larga de amor sincero, aunque suene a tautológico, pero que quiero
significar esos amores eternos, esos amores de amor y además “habla” de las
clases sociales de la época en Francia.
Y es que sin caer en el
pueril gesto de los amores casi (digo casi) imposibles, con una cámara sincera,
Daniel Auteuil (quien también actúa en esta cinta), nos delinea los momentos de
las familias cuando los hijos ya tienen el destino en sus manos, sin la ayuda
de ellos (me refiero a los padres).
Film altamente
recomendado, pues la historia y su cineasta expresan con claridad, que de la
sencillez y el buen sentido a los valores tradicionales, siempre serán ejemplos
para la convivencia (sobre todo una convivencia en paz).
Gonzalo
Restrepo Sánchez
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