martes, 9 de octubre de 2012

A PROPÓSITO DEL FESTICINE DE SAN SEBASTIÁN 2012 Y BILBAO


Una fugaz mirada sobre cómo habitamos el espacio público en los albores del siglo XXI


San Sebastián


No quise perderme esta versión número sesenta del festival de cine de San Sebastián, y a fe que estuvo a la altura de sus sesenta años. Muy pronto vi y vaticiné el film ganador de Francois Ozon,  "En la casa". Además, dejó muchas lecciones en mi vida como catedrático y cineasta. No obstante, no quise perder la oportunidad y visité en Bilbao el museo Guggenheim. Toda una obra maestra y ver además (no me conformé con sólo leer) como dicho monumento, cambia el concepto de espacio público y sus habitantes de una ciudad, hoy más radiante que nunca.


Gonzalo Restrepo Sánchez, cineasta y escritor
Las ciudades del país Vasco siempre me han cautivado. San Sebastián es todo un señorío a los habitantes. Es que en la actualidad el espacio público tiene un carácter polifacético que incluye desde los andenes, donde la socialización es aparentemente simple, hasta los escenarios que concuerdan con lo que Marc Augé, 1994, define como "lugares": Lugar de la identidad (en el sentido de que cierto número de individuos pueden reconocerse en él y definirse en virtud de él), de relación (en el sentido de que cierto número de individuos, siempre los mismos, pueden entender en él la relación que los une a los otros) y de historia (en el sentido de que los ocupantes del lugar pueden encontrar en él los diversos trazos de antiguos edificios y establecimientos, el signo de una filiación).
El Museo  Guggenheim


Pero volviendo por un momento al cine y al espacio público, es evidente que son dos fenómenos que tomados de la mano, une el sentimiento por una región que como la vasca, generan el amor por esta parte de España. Y es que esto traduce en "sueños colectivos", los imaginarios para los que habitan sus ciudades y los que la visitan (cualquier ser cosmopolita viviría en San Sebastián o Bilbao). Además, a través de las colas para entrar a las salas de cine y su conducta proxémica para asistir a una proyección, o ir al museo, podemos intuir una relación además con lo (audio) visual: Un poderoso modelo de pensamiento acerca de la forma como los medios visuales pueden ser utilizados para interpretar las transformaciones contemporáneas en la cultura y ser identifica en la actualidad con el crecimiento descontrolado de los suburbios y las “tiendas” virtuales más que con grandes almacenes de la era moderna (2).
Bilbao



Pienso que esto marca la diferencia con nosotros el Caribe colombiano si nos miramos respecto a otras culturas. Este interés por el espacio público y su relación con los deseos colectivos de la cultura de masas, se observa desde caminar por un andén, montar el metro en Bilbao o caminar por los bulevares de San Sebastián; además de observar la reducción de la experiencia del crecimiento urbano descontrolado.

¿Lo que hace un Museo como el Guggenheim? Pues sí, y, no es que esté exagerando en elogios lo que todo el mundo habitante de este planeta podría hacer, es que si bien reclaman nuestra atención hacia lo efímero, los objetos perdidos y espacios olvidados,  las nuevas construcciones en beneficio de toda una humanidad, pueden ayudarnos a dar sentido a nuestra vida diaria (como pasa con los bilbaínos).

San Sebastián


Entonces surge la pregunta: ¿Es una sensación de disposición postmoderna, que nos vuelve idóneas de echar raíces en un lugar preciso? Soy un convencido de ello, y es que en la búsqueda de cultura ciudadana que emana de una construcción para beneficio de una ciudad, los profesionales de la comunicación, las ciencias sociales y los gestores culturales, debemos tener en cuenta en  este nuevo siglo, que las nuevas identidades culturales estarán centradas en la indagación de los diversos procesos mediante los cuales la conformación de lo masivo es desarrollada a partir de las transformaciones de las culturas subalternas.

San Sebastián y su espacio público


Hay que mirar lo que somos nosotros, los seres humanos. Nosotros somos seres en constante movimiento, creación, desarrollo, etc. Pues es debido a lo mismo, que se han ido creando diferentes culturas. Es evidente que un museo como el Guggenheim, se aproxima (todo lo que usted quiera), a lo que  de carácter materialista y  benjaminiano también somos, y que llama la atención sobre los modos en que el espacio público continúa siendo por la cultura de masas. A la vez que también reconoce, las formas como aquellos que habitan esta cultura y también otorgarle sentido, a través de una diversidad de marcos interpretativos.

2. Una útil discusión acerca del valor de Arcades Project de Benjamin desde una lectura de la cultura de masas, está expuesta en Vanessa R. Schwartz, “Walter Benjamin for Historians,” The American Historical Review 106.5 (December 2001):
 online. http://www.historycooperative.org/journals/ahr/106.5/ah0501001721.html.