miércoles, 10 de septiembre de 2025

Highest 2 Lowest (“Del cielo al infierno”)

La película, por momentos me decepciona; por momentos no. En realidad, no sé qué pensar de esta reciente película del director indie Spike Lee. De todas formas, me quedo con el último tercio de la cinta y los últimos minutos de la parte final, ya que en voz de David King (Denzel Washington), el magnate del hip-hop, podría estar lo que verdaderamente interesa como mensaje, dadas las características del guion, que entre otras cosas, aparece el crédito de Kurosawa, lo que nos remite a la vez que estamos en un remake del magistral clásico “El infierno del odio” (“High and Low”, 1963) de Akira Kurosawa.

 

Desde sus títulos de crédito iniciales, “Del cielo al infierno”, los primeros fotogramas exteriorizan como un afectuoso mensaje de apego a Nueva York, y como música extradiegética sobre ellos: “Oh, What a Beautiful Mornin” y que según los expertos músicos y amantes del género es la mítica canción introductoria del musical “Oklahoma!”. De todas formas, el cineasta de Brooklyn compone un solícito collage de planos sobre Manhattan.

 

No obstante en el filme de Lee, hay referentes cinéfilos, música puertorriqueña (destaca el pianista Palmieri, recientemente fallecido), presurosas escenas de acción y una mirada crítica al mundo actual y musical. Una vez más, y a modo de panegírico, la imagen actúa como un ente que concreta y amplía pedazos de la realidad verdadera. Esto revela aquello que nos embarga con turbación y emoción personal en cualquiera de sus formas, y nos permite evaluar en toda su tremenda magnitud lo que está sucediendo alrededor de lo observado.

 

Denzel Washington —(David King): Toshirô Mifune en el filme Kurosawa— se reencuentra con el cineasta de Brooklyn años después de “Mo’, Better Blues” y “Malcolm X”, para, más que realizar un filme diferente en ambas filmografías, en el sentido de un thriller psicológico-policiaco y con buena música, creería que para que ambos sitúen en su interior una sentida conmemoración sobre ese mundo de la música y su eco actual en un Nueva York y su ascendencia a la pluralidad cultural.

 

Las imágenes rodadas a lo largo de las dos horas del metraje, profesan como catalizadores narrativos, que si bien por un lado, mantienen una buena parte de la carga discursiva de la película, por el otro, rompen con la rutina de los disímiles interlocutores, induciendo vínculos, choques, ausencias y esos mutismos que amontonan los ecos de todo cuanto ha acaecido en ese “fuera de campo” de lo observado (una vez más esa tercio final de la cinta).


martes, 9 de septiembre de 2025

Bonhoeffer, el espía

 

“El silencio ante el mal es un mal así mismo” con esta frase al final del filme iralndés podemos entender más aun la personalidad de Dietrich Bonhoeffer (interpretado por Jonás Dassler) en una época de la historia de la Europa convulsionada. De manera pues que más que un thriller estamos ante un biopic que no enseña la historia del teólogo alemán antinazi Dietrich Bonhoeffer, un hombre cuya fe y principios lo llevaron a convertirse en un espía y participar en un complot para asesinar a Hitler, si bien esto último lo podemos leer entre líneas del discurso audiovisual.


Si bien Dietrich Bonhoeffer, fue una voz contra la intolerancia que se afanó para proteger judíos, y que pudo haber ayudado a quienes intentaron asesinar a Hitler. La música blues que escuchamos, le dan ese tono de alegría a los personajes en sus momentos de esparcimiento, pero los diálogos le confieren a esta cinta, algunas de las pláticas angustiosas de la película —sobre todo la política que infecta a la Iglesia, la segmentación de la gente (racismo), el fomento de la falsedad y la falsedad— y que suenan adecuadas y perturban.

Hay quienes consideran que rotular la política de la película es arriesgado, ya que procede del estudio cristiano conservador Angel Studios (distribuidor de "Sonido de la Libertad"). Y todo obedece quizás a que se denuncie a partir del legado de Bonhoeffer por nacionalistas cristianos declarados, toda una serie de temas respecto a la vida y obra del personaje de marras.

Lo que sí es cierto es que hay rectitud e integridad el personaje que es difícil desconocer y ha convertido a Bonhoeffer —autor de una serie de libros antes de su muerte—, en una figura respetada y un mártir para muchas personas. Pero la película del guionista y director Todd Komarnicki, lleva el camino de enaltecer, e inspirada por la fe sobre Bonhoeffer, el cineasta aborda con claridad audiovisual no solo la complejidad de la coexistencia de la benevolencia en un solo hombre, sino como diríamos hoy un superhéroe seguro en amparo de la justicia.

Es en estos sedimentos donde el cine de este cineasta es pura contundencia. No se trata, pues, de inducir a través de lo concreto y visceral. Lo que interesa aquí es la confidencia para y de todas aquellas situaciones que demanda justicia donde solo hay silencio.

lunes, 8 de septiembre de 2025

El club del crimen de los jueves


“The Thursday Murder Club”, una adaptación cinematográfica de Netflix de la exitosa novela homónima de Richard Osman. El asunto va de unos jubilados:  Elizabeth (Helen Mirren), Ron (Pierce Brosnan) e Ibrahim (Ben Kingsley) quienes viven en Coopers Chase Retirement Village, un antiguo convento, pero no es óbice para que una vez a la semana, los jueves, este “equipo” se reúna para solucionar asesinatos sin resolver por el simple pasatiempo, ya que, las personas mayores hacen más que no hacer nada.


De manera que esta trama, mitad comedia, mitad thriller proporciona una serie de entendimientos y sentires que abarcan más de una realidad: la aventura, la vejez y cómo resolver lo que hay que solucionar (y no solo son los afectos). Así que este filme dirigido por Chris Columbus, famoso creador de contenido infantil (“Solo en casa”, las dos primeras cintas de Harry Potter, “Las Crónicas de Navidad II”), con algunas otras cintas románticas para todos los públicos (“El hombre bicentenario”, “Nueve meses”, “Quédate a mi lado”). Si bien marca la pauta de un buena historia, también, en términos de tono impregna de misterio y amor su reciente filme.

Como todo thriller que se aprecie, arranca con un crimen y a partir de ahí ese clima sin mucha crispación (por aquello de ese “toque” de comedia) que se respira en algún que otro momento de cuatros personajes y sus respectivas pesquisas. Donde Elizabeth (Hellen Mirren) es la primera interesada en tratar de descubrir la verdad para poder seguir con su vida y junto a su esposo. La cinta pues se mueve en su primer tercio y en el último, en los terrenos más propios del thriller o el drama sobre desapariciones, con ciudadanos no tan decepcionados, a manera de las historias a lo Simenon.

Encaja no contar mucho más de la trama, para que el espectador asista lo adecuadamente “inocente” al visionado de la cinta y disfrute de todo lo que esta ofrece. No solo atrapa en lo argumental —sin muchos giros de guion y muy bien hilados—, sino que asimismo lo hace por la brillantez actoral, para combinar todos los elementos de la comedia y la novela negra. Un filme pues que posee una leve y una serie de pesquisas que nos mantiene dentro de la trama.

Con ciertos semblantes formales y estéticos reiterados de novela negra, y sin impostada solemnidad alguna; un epílogo donde los cuatro miembros del “club del crimen de los jueves” revalidan su convicción, descubriendo a los asesinos, hasta entonces invisibles o inaccesibles del relato. Una película pues buena en términos generales donde a las claras se observa que algunos actores y actrices siempre admirados, ya se van haciendo mayores (pero interesantes).


domingo, 31 de agosto de 2025

La colosal ‘Frankenstein’ de Guillermo del Toro al festival de Venecia 2025

 


La trama sigue siendo la que Mary Shelley ideó en aquella célebre competición narrativa de 1816 con su futuro marido Percy y Lord Byron, encerrados en un día de lluvia en Suiza, a inventarse historias de miedo: un hombre logra crear la vida, aunque termina por generar solo muerte. Pero Del Toro aporta muchos sellos personales a su historia favorita. Un manejo espléndido de colores, maquillaje, vestuario y efectos visuales, garantías en cualquier obra del mexicano. Una atmósfera envolvente, a golpes de cámara, banda sonora y puesta en escena. Y especialmente una mirada tierna, empática, casi una caricia al monstruo, y a cualquiera que se sienta como él. El cuento de miedo se ha llenado de amor.



Fuente y fotogramas: https://elpais.com/

'Caught Stealing'


 

La primera razón por la que decido ver una película es por el crédito del director. En este contexto, al ver que Darren Aronofsky, siempre he considerado que es uno de los grandes directores del cine norteamericano. Desde su película “Requiem for a Dream”, he procurado seguir su carrera. Y la que hoy nos ocupa, “Atrapado robando”, es otra excelente propuesta de su forma de relatar historias en el cine.

Si bien un poquito confusa en los primeros minutos de proyección, no hay que esperar mucho para entender de qué va esta historia, que toma como punto de partida los años noventa y está basada en la novela homónima de Charlie Huston del mismo nombre, quien también escribe el guion. De toda la textura de la película, que se filmó en y alrededor de una ciudad como Nueva York y acomodada con carácter vibrante a las descripciones establecidas en la historia de 1998 (vestuario, locaciones y música compuesta por Rob Simonsen), la manera en que se utilizan los ritmos significativos y los puntos altos de la trama se concibe con una excelente sintonía, y creería que la sentimos como “After Hours” en su claridad tonal, aunque menos cadáveres, por supuesto.

Austin Butler (Hank Thompson) no solo interpreta a un perdedor, sino que, aparte de ser un cantinero de Nueva York que ve los juegos de los Giants, es el eje sobre el cual se generan los cambios dramáticos. Este personaje, pues, vive en un edificio sin ascensor en el Lower East Side, donde es amable con sus vecinos e inclusive admite cuidar a Russ (Matt Smith), el punk inglés traficante de drogas, que nunca se desprende de nuestra mente, pues de él parte básicamente la intriga de por qué le sucede lo que le sucede a Hank. Pero el resto de personajes a su alrededor confiere a la historia el “olor” neoyorquino a lo Scorsese: uno es la novia de Hank, una paramédica Yvonne (Zoë Kravitz), una detective de policía (Regina King), su jefe motociclista Paul (Griffin Dunne), un par de mafiosos rusos, dos hermanos ortodoxos enormemente impetuosos (Liev Schreiber y Vincent D'Onofrio) y un gánster puertorriqueño (Bad Bunny).

Una sensación que nos brinda esta película es que, dada la construcción de los personajes, el director no decide nada por ellos y, sin poder influir en la acción, son los interlocutores quienes llegan a nuestra retina con una provisión de detalles estimulándola, subyugándola, e inquietándola. No hay salida y, aun así, en un caso ideal, no pareciese que nosotros como espectadores quisiéramos escapar de todo esto que sentimos. Y sin el afán y a través de largos “set pieces” para una elaborada puesta en escena —donde la cinética se lleva al extremo—, retardando el tiempo del relato para que sus personajes se angustien, sin que se juzgue llegar al anhelado final que solucione no ya el conflicto de cada acto, sino que dé pausa al que mira y se angustia de las asperezas que se ejercen.


jueves, 28 de agosto de 2025

Venecia 2025: Mother con Noomi Rapace

 


Noomi Rapace se transforma en la Madre Teresa en "Mother", un retrato arriesgado y nada convencional de la figura religiosa, que tendrá su estreno mundial en la sección Horizontes del Festival de Venecia. Lejos de ser un biopic tradicional, la película —dirigida por la macedonia Teona Strugar Mitevska (Dios es mujer y su nombre es Petrunya)— explora a una Teresa de Calcuta joven, en 1948, en los días previos a la fundación de su orden, los Misioneros de la Caridad. El film se centra en un momento de dudas, fe y ambición que marcaría un punto de inflexión en su vida.

Noomi Rapace confiesa que no habría aceptado el proyecto con otra directora: "Conocía el mito de la Madre Teresa, pero no a la persona. Lo que me atrajo fue la visión de Teona, siempre tan valiente y compleja al retratar a los seres humanos".

La directora, que escribió el guion junto a Goce Smilevski y Elma Tataragić, describe a su protagonista como una mujer implacable, ambiciosa y a la vez maternal.

Fuente y fotogramas: https://decine21.com/noticias

jueves, 14 de agosto de 2025

‘La casa’, un documental sobre el lado íntimo de ‘Cien años de soledad’

 

La casa (2025), un documental sobre la vida íntima que rodeó la creación de Cien años de soledad. Mediante evocaciones y anécdotas contadas por Rodrigo y Gonzalo García Barcha (los hijos varones de García Márquez), la directora Eva Villaseñor recupera el contexto cotidiano en el que se produjo la saga de los Buendía. Y lo hace mientras Rodrigo y Gonzalo recorren cada recinto de aquella mítica casa, hoy sede de la Fundación para las Letras Mexicanas.

Se trata de un proyecto modesto, pero riguroso, que comenzó en México a principios de mayo de 2024 con una idea original de Juan Villoro y se concretó el pasado 27 de julio en Colombia, cuando tuvo su preestreno en la decimotercera versión del Festival Gabo. Durante cincuenta y seis minutos, los objetos y espacios aparentemente anodinos que acompañaron a García Márquez en la redacción de su libro cobran un sentido especial y humanizan el genio creativo del autor. Es el caso de la sala de visitas del primer piso, ocupada tan solo por un tocadiscos porque no había dinero suficiente para comprar muebles. Se sabe, por los biógrafos, que en aquella época García Márquez tenía tres vinilos: A Hard Day’s Night, el tercer álbum de estudio de los Beatles; una selección de preludios de Claude Debussy y otra de conciertos para piano de Béla Bartók. Los hermanos García Barcha añaden dos más: un disco con las canciones que Lucha Villa interpretó para El Gallo de Oro, el relato de Juan Rulfo que García Márquez y Carlos Fuentes adaptaron al cine en 1964, y Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, el emblemático elepé que los Beatles lanzaron el 26 de mayo de 1967, apenas once días antes de que la Editorial Sudamericana distribuyera Cien años de soledad. Esta música constituye la banda sonora de Macondo, aunque luego García Márquez definiera su novela como un vallenato de cuatrocientas páginas.

Fuente y fotogramas: https://elpais.com/america-colombia/