Excelente película de la cineasta ganadora del Oscar,
Bigelow, donde retrata el protocolo de la Casa Blanca ante un ataque atómico en un palpitante
ejercicio de cine de suspense o un ‘thriller’ político, alejado de estándares
sobre este tipo de films. Y
me refiero un poco a Roland Emmerich o como a la alarmante impresión de que la
cosa se acaba de la mano de series como “El eternauta”.
Coincido
con otros críticos que la película o mejor dicho, Bigelow
cuenta su historia desde tres puntos de vista. El primero da el protagonismo a
una altivez de Rebecca Ferguson. El segundo cuando el asunto de la trama es
abarcado principalmente de generales en el búnker con Tracy Letts. Y el tercero
queda en manos del presidente, que no es otro que el actor Idris Elba. Desde
esta observación todo anda en aceleración constante contra el apocalipsis y de
verdad: ¡no hay nada que hacer!
Film pues donde todo muy fluido y armónico, fruto de una
puesta en escena virtuosa y muy afín con lo referido. El primer capítulo es, de los tres, el más enigmático,
aquel en el que están más presentes los enginas a resolver y que parece no hay
nada que hacer frente a la inminencia del fin del mundo.
El segundo capítulo plantea a través de generales y nada,
pero nada de temas trascendentales, una idea que se le abona a los guionistas y
sin ese “triunfo” pro americanista que se observan en otras películas con
sentido más comercial.
Y el tercer capítulo, pese a ser el indudable inicio de
la trama de alguna manera, es el que aportará nulas respuestas a los múltiples
enigmas (o la larga para este servidor, uno) presentados a lo largo de la proyección.
Y es que a la larga todos somos protagonistas. Y es que ese misil con ojiva
nuclear dirigiéndose hacia Chicago (en lo que va a ser el bombazo de una
tercera guerra mundial). Bigelow tiene la capacidad de franquear de la disyuntiva
general a la particular por lo que concierne a los implicados, a la postre
gente muy corriente en deberes importantes. Película altamente recomendada.
