Su estreno mundial tuvo lugar en South by Southwest el 17
de marzo de 2023, pero no se estrenó en salas hasta más de dos años después, el
22 de agosto de 2025. Y es por eso que propongo esta cinta para su gusto y de
entrada la calificaría como un “neo-western” (un thriller policial de humor
negro que por momentos logra ciertos objetivos).
El director Tony Tost (también guionista) dirige un
diálogo trasparente, que vigoriza lucidamente a cada interlocutor con sus fortalezas,
pero con acentuado ritmo y esas subidas y bajadas de la narrativa, pero jamás derrochándose
inexcusablemente en esa apetitosa y confusa (por momentos) mezcla.
Si bien, Paul Walter Hauser (interpreta a Lefty Ledbetter),
un hombre experimentado de gran corazón que vive una vida sencilla, y tiene una
amistad con Penny Jo Poplin (Sydney Sweeney), una mesera tímida en un restaurante
de un pequeño pueblo; de pronto una subtrama (o de pronto, no), nos inclina a
poner atención a un elemento no visto de entrada: una rara camisa de Lakota
Ghost (prometo no cometer spoilers).
La película pues acompañada de música country, es de esos
filmes que del que se siente estar inspirada en “Sin país para viejos” o “Un
plan simple” (1988) y una cámara con el pulso de directores como Altman, y los
hermanos Coen, aunque el director de “Americana”, Tost, ha señalado la película
de “The Sugarland Express” de Steven Spielberg como una influencia reveladora.
De todos modos, una camiseta robada, un niño que se cree reencarnado y una
serie de crímenes nos mantienen con los ojos bien abiertos.
Y todo para concluir que nuestro cineasta abordando con mesura
y creatividad los argumentos y concepciones sociales y culturales de América,
se estima un esmero que transige y enaltece su carácter clásico de siempre y
sus vecindarios. La transformación creativa de “Americana” tributa una “luz y
una sombra” muy necesarias a una narración sencilla, haciéndola concebir impar.
