domingo, 29 de octubre de 2023

“Empieza el baile” de la cineasta argentina Marina Seresesky

 


Muy poco por no decir casi nada llega el cine argentino a las carteleras colombianas. Las razones serán para otro artículo, pero lo que sí es cierto que solo los festivales de cine permiten tener una visión del cine que se hace en los países latinoamericanos. Cine interesante que señala además, las particularidades de los cineastas y sus respetivos países.


“Empieza el baile” de la cineasta argentina Marina Seresesky, tiene para empezar un elenco de lujo encabezado por Darío Grandineti, Mercedes Moran —Carlos y Margarita en el filme fueron la pareja de tango más famosa y reconocida de su época— y Jorge Marrale. Una historia sencilla en clave de rodad movie y comedia que nos lleva a las reflexiones más profundas del amor, la amistad y la música. Tres elementos que invocan en el filme el presente, el pasado y el no futuro de los designios de la vida, aunque a veces forjemos dicha intención.

Pero también el filme no deja de señalar con una cámara firme los recuerdos de tres personajes que afloran sin olvidar reproches y secretos. La película opera en este sentido con destreza a las conformidades de géneros como lo ya señalado: road movie, comedia romántica y el drama. Todo acentuado cuando todos los humanos tardamos demasiado tiempo en decirnos las verdades verdaderas. Mientras tanto, el filme ostenta un sentido del humor a ratos más bien negro, y siempre suavizado con aflicción y nostalgia.

Y eso es el tango, y eso es este filme (el suyo, y quizás personal) cargado de desconsuelo y nostalgia. Elementos que no dejan de sentirse en la cinta, y que de las experiencias reales vividas, nacen las mejores historias, las más francas y sinceras. La directora y guionista ejecuta pues un acompasado retrato de una relación o entre dos personajes transpirando tenues mensajes de reproches. Ahí radica la importancia de un guion original que cargado de las excelentes actuaciones de los actores, que nos sumergen en un timing que de pronto, nos vemos frente al fin de la película sin darnos cuenta.