sábado, 30 de septiembre de 2023

"Znachor"

 

“El curandero”, una película polaca que ha encantado al público cinéfilo con una potente fábula dramática. El film está dirigido por Michal Gazda y basado en la novela de Tandeas Dolega-Mostowicz, créditos desconocidos por esta parte del planeta, pero que son créditos importantes.

Cabe enfatizar que este filme tiene un cuidadoso guion, y es de donde parte toda estructura no solo de la historia, sino de los personajes. Además, todo resulta verosímil si aplicamos no solo la razón, sino la intuición y emoción en la relación padre e hija. De pronto puede suscitar alguna controversia en el tiempo cinematográficamente hablando sobre la recuperación de la memoria del personaje Antoni, pero de todos modos la categoría de las caracterizaciones aplican ese sentir sobre lo intuido.

El éxito de este tipo de historias sencillas y en la búsqueda de la verdad, está sentida sobre un excelente casting, y es lo que ocurre. Además unos diálogos que no están demás, sino en su justa medida aparecen para ratificar nuestros sentimientos hacia los protagonistas. En este sentido la puesta en escena atesora dichos diálogos, y sin muchos primeros planos.

Los sentimientos de los padres hacia los hijos y viceversa, están a la orden del día en el cine universal. Además son historias que llegan al alma, pues ese amor filial nos hace ver y sentir que lo más importante en la vida son los padres e hijos cuando reman en la misma dirección. Cuando las miradas enorgullecen esa sangre que corren por las venas. Ahí, la película no cede a sus maneras poéticas y mira a la realidad desde un realismo sereno (el final del filme nos no permite sentir).

Con base en el primer tercio del filme, el director ejecuta un acompasado retrato costumbrista del día a día en estos pueblos de Polonia, y además, filtrando tenues mensajes de crítica social y de denuncia de la ayuda médica a la gente más necesitada y que si no fuera por la gente bondadosa (el médico protagonista) pues muchos morirían.

No es una película metafórica y si hay algo que permanece inalterable en ella es el amor y cuidados que el padre profesa a su hija. Además, es en la segunda mitad donde se presentan las cuestiones más interesantes que la película pone sobre la mesa, como es la importancia de conocerse uno mismo y que acaban tirando con fuerza y determinando el destino y los actos de cada individuo.

Película pues recomendada por su emotividad y porque siempre deja una luz abierta a los buenos sentimientos y comportamientos. Que son los que nos llevan por el camino correcto hacia vida en paz en nuestro interior, que es lo que a la postre vale en este mundo cargado de complejidades y pocas oportunidades para siempre ofrecer nuestra mano amiga.