domingo, 17 de septiembre de 2023

“Retribution”

 

“Retribution” es lo reciente del actor Liam Neeson —ya acostumbrado a este tipo de argumentos—. De todos modos, la película “Contrarreloj” (en nuestro medio), manifiesta ser el tipo de acción y fácil de diseño para atraer a las audiencias internacionales. Este es el tercer filme en versión de la película española de 2015 “El desconocido”. A la que siguieron las versiones alemana y surcoreana.



Neeson interpreta a Matt, un tipo de negocios sin destrezas particulares, que manifiestamente ha estado relegando a su esposa —Embeth Davidtz, reuniéndose con el actor, 30 años después de “La lista de Schindler”—, a su hijo adolescente (Jack Champion) e hija (Lilly Aspell). A ruegos de su esposa, Matt accede a regañadientes transportar a los niños a la escuela, y ahí es cuando comienzan los problemas. El suspenso consigue su punto máximo, bien temprano, cuando el padre de familia tiene que quitarles los teléfonos inteligentes a sus hijos, hablándoles sin asustarlos con la verdad de la realidad de rehenes en la que se han visto arrastrados.

El director Nimrod Antas (“Predators”), además despliega el caos vehicular con la mayor amenidad y turbación visual viable, esencialmente en una escena concluyente en la que Matt es sitiado por la policía en un túnel. Pero hay mucho de est escena y premisa trillada, ya observada en muchos filmes del género.

En “Retribution” pues una dosis acaba, artificial y discretamente económica de suspenso posterior a otros filmes con las mismas características. La competencia de Neeson se somete al asiento del conductor de un Mercedes. A este ritmo, el destino pronto resolverá el misterio.

No se puede decir mucho más, ya que es una película que, si bien tiene el suspenso y la acción necesaria para entretener un domingo sin tener nada más que hacer, resulta a la larga un filme fallido, pues siempre recordaremos que todo fue visto y de otra manera, en otro filme.