jueves, 30 de marzo de 2023

Filme del chileno Matías Bize, “El castigo”

 

Dentro del cine chileno reciente, el filme del chileno Matías Bize, “El castigo” (2022) nos presenta un thriller psicológico rodado en un plano secuencia y no diré más por no cometer los odiados spoilers. En otro asunto y en lo estrictamente cinematográfico, al ser rodada la película en una sola toma y en un espacio como un bosque solitario y cierto enajenamiento, varias cosas a considerar del filme y un cineasta cargado de sabiduría y talento.


Primero que la noción de “espacio cinematográfico”, que no difiere de ser incuestionable, suele concebirse [en su término más común], como una indicación al espacio incorporado en la película. Y para el caso de “El castigo”; bien sea en función del roll que juega en el relato, permite una naturaleza de una topología y sus valores narrativos [diálogos, elipsis sonoras, el mismo espacio] como actantes. Y si la película no decae en su ritmo, es por dos factores claves: los actores principales, y los diálogos.

Si no podemos de pronto hablar sobre sus valores escenográficos —la disposición del decorado y la “mise en scène”, etc. —. Sí a la hora de abordar el asunto en clave de thriller psicológico: un psicoanálisis como paradigma en la pareja de un matrimonio conformado por Ana y Mateo, quienes buscan desesperadamente a su hijo que se les ha perdido. Lo semiótico y lo psicolingüístico genera en el espectador, arquetipos válidos, aunque se intuye la persistencia de clichés sobre el tratamiento de algunas relaciones interpersonales.

La película pues del cineasta chileno Bize (“Mensajes privados”) en ningún momento decae en su ritmo [gracias a los diálogos]. Y por supuesto la calidad de los actores Antonia Zegers y Néstor Cantillana. De manera que el joven maestro Bize, su película y por encima de todo lo demás, si bien es una primitiva idea de evocar o reproducir las reticencias en pareja, cuando las cosas no se expresan a tiempo, a veces [digo “a veces”]. Más allá de fragmentos episódicos, siempre “El castigo” dejará en nuestras mentes que, de sujeto indiferente a sujeto enérgico en la constitución de un estado de ánimo (por aquello de lo de pronto se pierde “por un instante”), los destinos a la larga son determinante en su relación, sobre todo cuando de familia se trata. El espíritu del “celuloide” [entienda el símbolo] nos propone más preguntas que respuestas.