“And
the king said, what a Fantastic Machine” [título original y que parafrasea al
rey Eduardo VII, quien así lo expresó después de ver una puesta en escena de su
coronación llevada al cine por Méliès], es una película danesa documental
dirigida por Axel Danielson y Maximilien van Aertryck, galardonada en el
festival de cine de Sundance. Premio Especial del Jurado - Visión creativa. Una
película que nos habla precisamente de esa fantástica máquina de rodaje de
películas y que deja muchas reflexiones.
La
primera que se me ocurre es que si bien el cine fue utilizado por Hitler y la
revolución Bolchevique para hacer propaganda a sus ideales políticos, también
[y a lo mejor sin proponérselo] promovían el cine. Y es que la película danesa
registra no solo este asunto, sino desde su invención hasta lo que hoy
representa la imagen en movimiento y los discursos que plantean los cineastas
cuando abordan, sus más que sus emociones, sus ideas. La película entonces, nos
lleva a una profunda historicidad cronológica, mediante el nacimiento de la
fotografía, el cine, la llegada de la televisión para un tiempo [el que
vivimos] saciado de imágenes. De Muybridge a Logan Paul, de Méliès a Mr. Beast,
y los cineastas hoy día, nos impregnan la idea de cómo el cine ha transformado
el planeta y la prontitud con lo que lo ha hecho, pero algo muy importante, el
poder que ejerce el cine en la mente del espectador.
Interesante
filme pues no solo por su colosal mensaje a las masas, sino por la cantidad de
testimonios [algunos ya casi en el olvido]. Vale la pena recalcar que la
película no niega la potestad que tienen las cámaras [y las imágenes], principalmente
en este tiempo en el que vivimos. Pero su orientación debe ser un emplazamiento
a una alfabetización mediática, para adiestrar a los individuos acerca de cómo pugnar
con el exceso de información que compone la vida actual. No dejar fuera de
nuestro alcance un pensamiento crítico, donde además, las llamadas noticias
falsas están frente a nosotros.