viernes, 19 de junio de 2020

Modern times para estos tiempos de pandemia. Chaplin tiene razón


Acaban de dar en nuestro país día sin IVA, y si se ven las noticias sobre el aglomeramiento en los grandes almacenes, se queda uno mudo, Pero ante la idea de que el Covid 19 legó para cambiar a los seres humanos, nada de eso pasa ni pasará. El ser humano es, y, seguirá siendo el mismo desde que la humanidad existe como tal.



Y es que para verificarlo solo hay que ver este filme de Chaplin de 1936. No ha pasado nada con el ser humano, la sociedad y las industrias. En la que probablemente sea una de las mejores sátiras realizadas durante toda la era cinematográfica del siglo XX, Chaplin presentó al mundo los esquemas, ridiculizados hasta el extremo, de la era industrial actual.

Desde el punto de vista de Charlot, pelmazo y sentimental incurable con bigotito, chistera, báculo, traje gastado, zapatos de bufón y contoneos de pato, somos testigos de las perpetuas adversidades de este inventado interlocutor que, en esta oportunidad, lleva a cabo una pelotera colosal e infructuosa para tratar de adaptarse a una colectividad que va exageradamente deprisa.

Trabajos aburridos y estresantes en factorías, como un vestigio más de ese cúmulo en el delirante encadenamiento de montaje. Movimientos mecánicos y, el ritmo de trabajo moderado y armonizado hasta las milésima parte de un segundo, maquinarias complejísimas henchidas de mecanismos, barrotes, botones y ruedas denticuladas —dominante decorado y simbolizando la irrupción industrial especializada—. Todo controlado, para los niveles de producción obtengan el enorme éxito, dominando a la competencia. Los trabajadores, pues como siempre, simples autómatas y anónimos, seres humanos en la búsqueda de nada a la larga.

Gonzalo Restrepo Sánchez

Visite: www.elcinesinirmaslejos.com.co