El cine de animación sudamericano es cada día más
apetecido. En esta ocasión llega a las salas de cine “Día de muertos”, cinta
mexicana de animación sobre la costumbre del país azteca que le da título al
filme. La historia dirigida por Carlos Gutiérrez Medrano se estrena no solo en
México sino en más de veinte países casi de forma simultánea, algo inédito para
una producción mexicana y de animación.
Pero analizando el filme,
“Día de muertos” tiene la discreción de tener un
protagonista femenino llamado Salma y con 16 años (que si bien frágil, es
también fuerte). Así que esta doncella resuelta a indagar su origen a toda
costa, pone a todo mundo en riesgo la relación agradable entre el reino de los
vivos y el de los muertos, debido a su poder extraordinario que posee.
La lucha entre el bien y el mal, no obstante, no es
maniquea y el filme tiene un deambular impresionista. Es su lenguaje
secreto. Puede que los conceptos no tengan nada que ver con los discursos, pero
para que el concepto proceda de alguna manera,
ha de colocarse en el orden del discurso.
Y es que decir cosas que no pueden ser pensadas,
pensar lo impensable, aloja a todos los personajes de la cinta que además, con diálogos
de una
comicidad sencilla y sin artificios, apoya la intriga de “Días de muerto”. Y es
que este tema está muy arraigado en nuestro continente, a la crítica post-moderna,
al sueño antropológico de la modernidad, al relativismo. Mejor dicho: a un
pluralismo de posibilidades y vivencias señaladas en el filme en cuestión.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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