Sucedió hace años en un viejo hangar de Lyon,
reconvertido hoy en museo y cinemateca. Aconteció tal día como ayer, hacia el
final del invierno de 1895, cuando los hermanos Lumière tomaron su nueva
invención y rodaron los primeros 46 segundos de la historia del cine: Salida de
los obreros de la fábrica Lumière. A estas alturas, la historia es tan conocida
que hasta parece innecesario volver a detenerse en ella.