La
edición 58 de FICCI dio como ganador en la “Sección Oficial” al filme
dominicano “Cocote”, donde su director Nelson Caro de los Santos Arias se
adentra en la religiosidad de la república dominicana (sobre algo que igual
ocurre en otros países de nuestro continente) y por ello recibe un “India
Catalina”, que desconcierta a todo el mundo menos al jurado. Y es que en los
festivales, una cosa piensa el jurado, otra el espectador y otra bien distinta
los críticos de cine. A mi juicio, las imágenes muestran una preocupante falta
de creatividad en el desarrollo de un relato que hemos visto en ocasiones
anteriores (amén del griterío en una oralidad que exaspera).
Debo
de reconocer que si bien es un filme fallido en su pathos de cara al público
colombiano, igual sobresale el concepto antropológico de la religiosidad de un
país, para ofrecer otra mirada y su idiosincrasia. Según su director: “El
catolicismo frente al evangelismo funciona como un ancla para entender los
giros que da la película alrededor de sus acontecimientos”.
Pero
el cine es así amigo lector. Y hay que reconocer que no todo el cine
independiente latinoamericano es bueno.
Para concluir, señalar que el filme dominicano sin las limitaciones de
los recursos más humildes que los de cualquier superproducción de corte similar
puede tener: Es el problema donde empiezan y terminan los aciertos y
desaciertos de un producto errante a todos los niveles.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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