Esta historia escrita
entre Peter Jackson y Guillermo del Toro entre otros guionistas, es un guión extensísimo,
donde hemos visto el primer tercio cargado de todo lo que debe tener un guión
precisamente en sus tres tercios. Para los otros dos tercios deberemos esperar
para poder observarlos en la pantalla.
En la película “El Hobbit:
la desolación de Smaug”, es la historia que perpetua con la aventura de
Bilbo Bolsón en su viaje con el mago Gandalf y trece enanos liderados por Thorin, “Escudo
de Roble”, en una búsqueda épica para requerir el reino enano de Erebor. En su
camino chocarán con montón de peligros y harán frente al espantoso dragón
Smaug.
Así que en dos horas y
media de proyección (que no cansan en ningún momento), el espectador ávido de
saber sobre sus amigos (Galadriel, por ejemplo), los irá encontrando para
disfrutar de ese cine de aventuras que Jackson sabe moldear. Con todos los tics
propios para este tipo de historias, que a la larga lo que menos queremos
detectar (a sabiendas de ello) es su mecanismo para lograr sus propósitos
dramáticos y hacernos saltar de la butaca.
Película pues que no
puede evaluarse, ya es sólo el primer tercio de los dos tercios que faltan.
Date prisa Peter Jackson, que todos queremos ver cómo termina el asunto (aunque
no lo imaginamos, sabemos que a la larga los buenos ganan sobre los malos).
Gonzalo
Restrepo Sánchez
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