Al comienzo tras alguna
puesta en escena de su obra, estamos ante un film sobre las inquietudes (su desnudez) de una
artista única, en un film cargado de sorpresas visuales. “Toma mucho tiempo que
te tomen en serio”, dice Marina Abramovich, para a lo largo del metraje ver,
observar y sentir, los efluvios de la inspiración en un arte algo traído de los
cabellos para los profanos, pero a la
larga un universo utópico para los demás observadores, menos para ella.
Excelente trabajo pues
que nos vincula a las emociones y a las formas de expresión del ser humano.
Sobre todo corporales. Un trabajo fílmico pues en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde todas las inquietudes
sobre esta artista serbia están a luz
del día, en un documental que no aburre, pues todo es novedoso, aun para
la vista de quienes por primera vez se asoman al arte.
Y ¿qué es arte? Ya lo
dijo Churchill: “Arte es todo aquello que perdura”. Lo demás serían elucubraciones
sobre formas de expresión del ser humano, siempre atento a comunicarse con los
demás.No hay que ser alternativo para comprender nada, la misma artista sostiene no serlo ya jamás
Gonzalo
Restrepo Sánchez
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