viernes, 8 de febrero de 2013

RUNWAY



Ernesto (Demián Bichir) de Colombia, es “hallado” por un chico curioso, e hiperactivo. Y es a partir de ahí y en una fría Irlanda, donde todo se desarrolla como una relación donde algo que los une, les separará. Ese “algo”  podría ser un avión reparado y una pista, ya que la fábula es precisamente sobre las buenas intenciones en el ser humano.

El niño protagonista sin lugar a dudas se roba el show de la película y es el motor de lo que el espectador desea para asombrarse. Sin embargo, vemos cómo la historia se va decantando en una amistad entre un chavalín y un aviador, para conducirnos a la idea feliz sobre los bienhechores propósitos de los seres humanos.

Bella fábula pues que sintetiza que todo es posible cuando se tiene la disposición para salir de la rutina, sin que precisamente sea el fin. Claro que el cineasta no esfuerza mucho para contarlo y apenas pugna en su puesta en escena, para intentar sacar un leve aplauso del espectador.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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