Para recordar este film realizado en 1936, de Charles Chaplin, que más allá de sus múltiples lecturas, bien valdría la pena observar la cinta desde la perspectiva de la persistencia. ser un persistente tenaz, es quizá la gran enseñanza y metáfora de un par de seres pobres, quienes habitan en sus pensamientos, creyendo que siempre hay un mañana mejor.
Film para mostrar a aquellas parejas, quienes piensan que lo mejor es separarse cuando las cosas parecen no ir como uno desea, y es que cuando el amor "llega a sí de esta manera", bien vale la pena intentarlo todo. Lo que pasa hoy día, es que condicionamos nuestra felicidad a los bienes materiales. y eso no está bien.
Anímese a ver de nuevo esta cinta y verá, que no hay tragedia que no se supere, cuando siempre hay un largo trecho por recorrer y sobre todo, tener ganas de superarlo. Ahora, Chaplin lo cuenta con escasos emplazamientos de cámara y con un tono de comedia y algo de sátira. Quizá por aquello de que la vida, no vale la pena tomársela tan en serio.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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