Dirigida por Jérémy
Clapin y coescrita por Guillaume Laurant ( Amelie, Ciudad de los niños perdidos
), la historia sigue a una mano cortada de un laboratorio parisino mientras
intenta reconectarse con su cuerpo humano, un chico de pizza llamado Naoufel,
cuyos propios sentimientos florecientes para una bibliotecaria llamada
Gabrielle alimenta los recuerdos de la mano que pueden proporcionar las
respuestas de por qué la mano se separó de su cuerpo. El trailer evoca muchos
de los mismos ritmos que las obras anteriores de Guillaume Laurant de una
manera animada.
Un violento tsunami amenaza con aplastar a una población ubicada en el
fiordo de Geiranger, en Noruega. Un geólogo (Kristoffer Joner) a punto de
renunciar a su trabajo se ve atrapado en medio del desastre natural y tratará
de salvar su vida y la de los demás.
Las obligaciones
forman parte de la brujería. Si de verdad quieres poner nerviosa a una bruja,
hazle un favor que no tenga manera de devolverte. La obligación incumplida la
roerá por dentro como un sordo dolor de tripas. "Lores y damas"
(1992), Terry Pratchett.
Dago García sigue
incursionando en su estilo cinematográfico y que siendo honestos le da buenos dividendos,
pero al margen de lo archisabido de entretener a un público en su mayoría
carente de cultura cinematográfica, sobre todo las nuevas generaciones, este aporte
al cina nacional se circunscribe en la mera entretención.
Con casi todo el
elenco de sábados felices, la cinta recrea en un híbrido (terror, comedia y
drama) asuntos relacionados con el devenir de una idiosincrasia cargada de
misterios, brujerías y pendejadas Nada nuevo en el panorama cinematográfico. Y
es que haciendo historia,al morir Lope la comedia de tramoya estaba ya esbozada. Calderón le dará
plena forma con El mayor encanto amor, El jardín de Falerina o El mágico
prodigioso utilizando todo género de recursos escénicos.
El cineasta Todd Phillips ha realizado con “Guasón”
una película que le valió “El León de Oro” en el reciente festival de cine de
Venecia. Y con esta antesala estamos seguros que, de cara a los “Oscars” le irá
muy bien —hay aspectos cinematográficos de la cinta de factura— y por varias
razones que intentaremos dilucidar en esta crítica.
El log line de esta cinta podría ser el de Arthur
Fleck (Joaquín Phoenix), un hombre ignorado —como a muchos otros— por toda una sociedad,
cuya razón de ser en su vida es el de hacer reír. Y es que el expresar el amor
o consideración hacia los demás, “no es un síntoma (de vicio o de virtud), es
actividad. Es una praxis (esto es, una actividad creadora) que funda y libera
posibilidades. No es el camino de la abstracción, sino el de la máxima
concreción […] invita a respuesta, a que tú respondas, en donde la respuesta no
es formal, sino efectiva a la manera de fórmula: la suficiencia del otro
—persona— interpela a asumir, proferir y alcanzar él te-amo” (Cf, Barthes, 2001,
239).
El
filósofo Arquitas plantea
asimismo otra figura con estas palabras: “del mismo modo que es difícil
encontrar un pez sin espinas, así es difícil encontrar un hombre que no tenga
en sí algún dolor clavado como una espina” (1). La espina diferencia tanto el
espinazo del pez como el martirio de un ser tan patético como Guasón. Y esto es
lo que le ocurre a Arthur, sobre todo cuando se necesita cariño y afecto —salvo
el otorgado por su colega y que de cara al mundo, es un payaso enano—. Pero al
margen de este observación, “Guasón” se desarrollara en la trinchera —el alma—
del personaje, donde intenta resguardarse de los demás —con sus máscaras, que
significa “persona”—, para luego en su soberanía “volver la atención” sobre sí
mismo, e intentar no repetir de manera alguna los mismo errores. Y lo remarcado
entre comillas, simplemente una forma simbólica de señalar su odio a la torpeza
humana.
Y es que todo esto ocurre cuando la aceptación
sociocultural no modula una sociedad en torno a la burla, no solo en la ciudad
Gótica sino en cualquiera de las que usted habita —hipócrita a la larga—.Lo cierto es que, ese tercio
final de la película —manifiesto por la ausencia de sentimentalismo—, la franqueza
de los diálogos, la sobriedad de la puesta en escena —más allá de ciertas
licencias e imágenes simbólicas—, como cuando Arthur encerrado en un centro
psiquiátrico empieza a escabullirse más allá de su ceñido hábitat. Permitiendo
que la historia se desplace más allá a lo que podría llegar a ser Arthur: “sus
ojos pueden ver confusamente por dos tipos de perturbaciones: uno al
trasladarse de la luz a la tiniebla, y otro de la tiniebla a la luz” (Platón).
Punto aparte merece especial atención la música de la
película (un texto escrito por la joven chelista islandesaHildur
Guðnadóttir. Una partitura acertadísima (para “Oscar”) en lo
temporalcon filiación de lo
mucho que revela y del impacto emocional que presuma su espectro —lo cual se
expone por su intensidad a la historia—. En correlación al Guasón, como
personaje, la música no revela su interioridad —por eso no se “ilumina”—, pero
sí se imagina habitualmente como punto de encuentro a quien suele cuestionar su
entorno y al mismo tiempo enloquecer; proporcionando así una risa menos
absurda.
Maladies II. Edición francesa de Jacques Jouanna, Paris: CUF, 1983.
Traducción del autor.
“Rambo: Last Blood”
es una historia que no varía sobre las demás de John Rambo en el sentido de
estereotipo de su personaje, género y estilo.Eso sí, la película muy pronto deriva hacia la violencia
descomedida, al crimen sin apremios y a la réplica vengativa sin miramiento
alguno. Esto hace que los personajes no se desarrollen en la pantalla.
“Rambo: Last Blood”
(del cineasta Grunberg), es la ya quinta entrega de la franquicia que se inició
en los 80 inspirada en la novela de David Morrel sobre las atrocidades de un
veterano de Vietnam que esgrime sus conocimientos militares para impartir
justicia a diestra y siniestra. Sostiene los textos publicitarios sobre el
filme,que supone la despedida
definitiva del personaje (en lo particular no creo).
De todas formas, el
guion donde ha participado el propio Stallone, no ofrece respiro alguno y sí
cargado de mucho Deus ex machina, restándole elegancia a la trama
cinematográfica.El
foreshadowing que es un trámite literario en el que el autor presenta —o
sugiere— posibles desarrollos argumentales o suceso que tal vez tengan lugar
más adelante en la historia; tiene como principal función es crear expectativa
y disponer el terreno para posibles acontecimientos inesperados.
Si bien hay muchos
foreshadowing famosos en la historia del cine, de todas formas,el Deus Ex Machina que antes menciono
en la trama, ocurre precisamente por no tener en cuenta el foreshadowing de una
historia, de hecho, directamente lo ignora. Esto es lo que acontece en la trama
con acento mexicano, donde una joven chica algo ingenua pero terca si se
quiere, será el detonador de todo.
Sabiendo ya el
espectador de antemano que va a suceder en la historia, pues Silvester Stallone
y los otros guionistas ni se siquiera se preocupan por desviar un poco el hilo
lógico de lo que se observa. A lo mejor un red herring —una falsa pista que
lleva a los espectadores o personajes hacia un falso desenlace—. En este
sentido, tratar de utilizar una maniobra de distracción, para que el legítimo
propósito pase plenamente desapercibido.
El trabajo con la
puesta en escena no desvela pues una conexión absoluta en este aspecto. En
ningún escenario (tanto en México como en los Estados Unidos) llegamos a tener
la sensación de transitar por un espacio reconocido. Los personajes no caminan
sobre ideales que relevan sus actos, sino que, irrumpen con la violencia en la
escena.
De manera que esta
nueva versión de Rambo plantea un filme altamente violento y el famoso actor en
España sentenció que “las otras películas de Rambo han sido más del estilo de
Hollywood y se han centrado en una realidad fantástica. Esta es más dura y
difícil. No me da miedo que me tachen de violento porque cuento una realidad.
La guerra es lo más violento que hay en el mundo”.
Visto así el asunto,
la película cumple con estándares para entretener al gran público y nada más
que añadir.Una vez
colgados los guantes de boxeo de su personaje Rocky Balboa, el actor
neoyorquino —dice— se despide ahora de John Rambo. A sus 61 años, Stallone
reconoce que está mayor para ser otro hombre de registro. Cuando se retire como
actor y se consagre solo a dirigir —algo que sucederá “muy pronto”, explicó—,
intentará abordar “otro tipo de historias” como cineasta.
Se estrena en nuestras carteleras “Anna” el reciente
filme de Luc Besson, que sin salir de su estilo y gusto, presenta una película
para el consumo del gran público, con algunas exageraciones en la puesta en
escena de un héroe como Anna, una asesina letal casi cibernética y adiestrada
por los poderes soviéticos para someterse a los propósitos de la KGB.
Una Anna que no dista mucho de su primera mujer héroe
en “Nikita”. Ambos personajes cargados de valentía y hierro, es mejor no pasar
delante de ellas; y sin olvidar la casi
olvidada pero valiosísima “Lucy”, Besson cierra su trilogía de "Nombres de
mujer criminal" con esta “Anna”. Una
película que enlaza argumentalmente con la pomposa y sofisticada “Gorrión rojo”.
Película pues trepidante que en algunas escenas se
pasa de veracidad, aunque debemos reconocer que este tipo de héroe como Anna Poliatova
(Sasha Luss), a lo Besson, son creíbles en todas sus andanzas. De todas formas,
en lo estrictamente cinematográfico, “Anna” tiene irrefutables valores: su
estructura compleja —llena de saltos en el tiempo— en la pesquisa de la
sorpresa inalterable, no obstante por momentos, resulte frívola y artificiosa,
pero a la vez movida y bien ejecutado al estar brindando una versión válida de
un mega thriller de los noventa y añorado por Besson.
En
el papel del Papa Francisco estará el actor Jonathan Pryce, quien cuenta con
una larga carrera dentro del cine.
En
tanto que el guionista Anthony McCarten será el encargado de la historia. Este
hombre ha sido reconocido por su nominación al premio Oscar por La Teoría del
Todo.
De
hecho, ‘Los dos Papas’ tratará sobre la crisis que vive en la actualidad el
Catolicismo. Y cómo los abusos sexuales a menores ha repercutido en esta
religión.