FICCI 57: SEÑORITA MARÍA, LA FALDA DE LA MONTAÑA

Este trabajo del cineasta Rubén Mendoza ("La sociedad del semáforo") es un falso documental para mostrarnos a través de un personaje carismático de las faldas de la montaña, como la identidad y la soledad son buena compañía en el sentido de ayudarse la una a la otra. Sin sacudir los cimientos de la cinematografía nacional, esta es una película en función de ese campesino llamado "María" y nada más.

Y es que la cámara no deja de seguirlo, para mostrar que es un ser cariñoso y, como en este caso, la incomunicación rural que provee el inmenso paisaje no resta comunicación a todos los interlocutores que observamos en la cinta. Podemos escribir entonces que el respeto de aceptación y de lealtad entre María y los demás es válida y creíble en medio de tanta montaña.

Y es que la película de Mendoza se vuelve excelente, no ya por el acertadísimo personaje, sino cierto traspiración inherente a su narración y a la ausencia de construcción de uno de los personajes más maravillosos que nos ha regalado el cine moderno colombiano. Se es o no se es, esa es la cuestión ya que nuestro héroe encuentra un refugio en él mismo.

Gonzalo Restrepo Sánchez

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FICCI 57: "YO, LUKAS"

La película del hijo de la cineasta Camila Loboguerrero (“María Cano”) a modo de un cine de Arte y Ensayo, nos muestra un autorretrato del cineasta, donde lo curioso quizá es que lleva a su cama a las mujeres quienes amó (aunque en verdad no amó nadie) para escuchar de boca de ellas verdaderas sensaciones de pasados (a veces turbulentas).

El cineasta Lukas y la gente de la película

Y es que grandes directores autores como Robert Altman o Woody Allen refrendan o castigan al individuo protagonista de acuerdo con su posición moral. Inclusive algunos cineastas más contemporáneos de Hollywood (Barry Jenkins con su exitoso “Moonlight”,  Payne o David O. Russel) tienen una tendencia posmoderna por estas mismas razones: Las controversias morales, género muy actual por estos días en las salas de cine.

Con base pues en lo anterior, y volviendo al filme de Lukas, se escucha de labios ajenos al cineasta, la vida pública, privada y personal de un personaje que no hace sino reír como remedio infalible para exorcizar de pronto, alguna cuita pasada. Y este podría ser el punto de partida de mi reflexión también sobre este festival de cine que es de todos menos de los caribeños.

Gonzalo Restrepo Sánchez

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FICCI 57: “El Cristo ciego”

Sin temor  a equivocarnos el filme chileno "El Cristo ciego" tiene el mismo tono y argumento de “Mimosas” de Oliver Laxe, aunque en espacios diferentes. El asunto va de historia de peregrinos y en el filme chileno, cómo construir la idea de un Cristo que se “nubla” (según el cineasta Christopher Murray) y cómo lidiar con las revelaciones. Además, este cineasta habla de la fe y de cómo se construye la convicción.

Esa es la idea madre. Cómo se edifica la certeza a través de la fábula. Para que las motivaciones del protagonista reten la lógica, hay una construcción de personaje correcto que lleva a que sus actos sean orgánicos. El cuidado especial con el que se erige el arco de transformación del personaje es lo destacable en “El Cristo ciego”.

De manera que este nuevo, pero maduro cineasta, logra en un equilibrado tono; que su propuesta sea aceptada y sin lugar a dudas un cineasta a tener en cuenta en un futuro cercano.  Ahora, lo que ocurre con este tipo de directores de cine es que resultan ser incomprendidos hasta que alguien se detiene y señala “he  ahí al nuevo creador”.

Gonzalo Restrepo S.

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FICCI 57: TORMENTERO (CINE COLOMBIANO)

Un filme de la sección de cine colombiano con el que se abre esta sección competitiva es "Tormentero". Propuesta borrosa en su metáfora para hablarnos de la naturaleza acusadamente como viva (la escena de amor sobre una mujer que yace sobre la tierra, puede reafirmarlo).

Para Federico Nietzsche la metáfora es el vehículo que mueve el mundo del pensamiento, aunque arbitrario, porque nuestras referencias del mundo circundante son tan fantásticas que no poseemos más que metáforas de las cosas que no corresponden en absoluto a las esencias primitivas.

Pero es a través de un anciano en la película, un personaje nada distante de sus afanes tanto en su espacio como en su tiempo y hasta en su propio argumento; el conductor de una trama que constantemente se pierde en la intención por interpretar el enfrentamiento del hombre a sus raíces, a lo tedioso y melancólico de su vida.

El festival apenas comienza, pero sin lugar a dudas, se percibe ese olor de cine de autor e independiente que, aunque de pronto en la taquilla no dará un peso, permite expresarse. Eso es lo que cuenta en este nuevo cine colombiano. Ya no interesa (salvo excepciones) la estructura de filmes que se sustenten en la descripción del paisaje de devastación emocional de los asuntos a tratar, el lirismo cuenta poco y no sé por qué.

Gonzalo Restrepo S.

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Hell or High Water

De pronto esta cinta “Hell or High Water” en apariencia podríamos pensar que es un western, ya que dos vaqueros buscan una causa justa. Pero en realidad ante los tópicos observados y la forma feroz y violenta de banda y banda (buenos y malos por tipificar ciertas conductas), me suscita la idea de un híbrido thriller.

Un thriller perfecto en la armonía sobre la violencia y las justas causas (amén de las excelentes caracterizaciones de cuatro personajes que a veces dejan sin aliento). Entonces, estamos ante una película que revela un mundo sórdido en medio de un desierto y que de pronto nos revela una metáfora sobre lo que podría ser realmente la desesperación y el sufrimiento por tener un lugar en el que vivir de este mundo deshumanizado. 

El director de la película sin lugar a dudas y después de salir de la sala de cine, sentimos que aborda los sentimiento de incertidumbre. De pronto bien valdría la pena visionar en este contexto y dentro de su filmografía “Perfect sense” y “Starred Up” (filme no llegó a nuestras salas de cine).

“Hell or High Water” es un thriller pues sobre los asuntos de la moral y la violencia, conceptos unidos aunque vivan separados. Y es que además del nivel narrativo a tope que encontramos en la cinta, el filme evidencia que el cineasta Mackenzie está por encima de muchos cineastas.

Gonzalo Restrepo Sánchez

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Train to Busan

Un “set piece” una escena o una sucesión de escenas que son notables por su inicio, desarrollo y final. Así que, más que complejidad en su puesta en escena, prioriza la planificación y que se observe con un sentido "propio" en la cinta, sin que se considere exorbitante en su realización o fuera de contexto.

Y lo anterior se explica así, para entender un poco más este filme que es válido en este sentido y es fácil de identificar ese tipo de escenas. Por otro lado esta una película brutal, donde el cineasta surcoreano Yeon Sang-ho ha logrado que los amantes del género se sienten sin pausa, ni un minuto de respiro en este furioso largometraje, que es de los más destacados ha sobre zombis en estos últimos años.,

No es de mis temas favoritos en el cine, pero hay que reconocer la valentía del cineasta en llevar a cabo esta idea sobre universos dístópicos y que por momentos fuera de la sala (gracias a Dios), a los cinéfilos les recuerda por momentos a “La Niebla” de Frank Darabont, o clásicos como La Noche de los muertos vivientes de George A. Romero. ¡Si va a ver esta cinta, prepárese!

Gonzalo Restrepo Sánchez

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ALIADOS

Podríamos enunciar este filme sobre los engaños en tiempos de espías y guerra (y es que "Aliados" es una historia intimista para llegar a pensar así), y citar algunos filmes al respecto, sin embargo el cineasta Zemeckis deja esa inquietud sobre la hora de  proyección. Además de generar a mi juicio un tono válido para la época del tema, se evidencia que el cine digital es un poquito complicado para este tipo de fotografía y puesta en escena.

Con un primer tercio de la cinta algo lento en su ritmo, de todas formas no pierde su envergadura. Además hay que reconocer que la actriz Marion Cotillard y Brad Pitt hacen un performance magistral, donde se sumergen en una relación sentimental sino tan agitada, bien cargada de "posibles" mentiras. Y es lo que atrae de la cinta sin lugar a dudas.

Con la idea de ver un thriller, no eludimos la parte romántica del asunto y sobre todo el drama, pues sobre ello se estructura la propuesta del guion. Película pues que con algunas escenas memorables e inolvidables (como la secuencia de la fiesta), logra que terminemos por  admirar y odiar a los personajes y comprender a lo mejor que el fin de una relación implica el comienzo de un amor más allá de cualquier barrera.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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