De entrada y sin cometer spoilers, diría que esta
película en clave de thriller-musical-drama posee una narrativa disruptiva que
invita a observar a una realidad desde una mirada de volver a empezar la vida. Pero,
vayamos por parte con esta producción mexicofrancesa, dirigida por el veterano
director de cine Jacques Audiard.
Si
bien, se cuenta la historia de Rita (Zoe Zaldaña en uno de sus mejores papeles
en el cine, si no el mejor) una abogada que un buen día recibe una oferta
extraña y muy imprevista; es sobre Karla Sofía Gascón (la primera mujer trans
en obtener el premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes 2024 ex aequo
con el resto del reparto femenino) la que conquista la pantalla como el mayor
de los hallazgos, precisamente ante su papel de Emilia Pérez.
Toda
la cinta de “Emilia Pérez” es una fabulación del feminismo inclusivo y muy
trans. En su fuerza y simplicidad perfectamente consecuente de sí, lo que
plantea también es que quien “cambia su cuerpo, debe transformar el alma”. De
todas formas, Sus inquietudes, su avidez, sus ambiciones de control persisten
en su nueva identidad, y eso es lo que le proporciona esa profundidad como una
contrapuesta heroína (melodramática). Y mediante un extraordinario giro de
guion que nos sitúa en la trama; Emilia, sin embargo, termina despedazándose, y
con solícito desconcierto, De repente, la pregunta es: ¿todo ocurre cómo tiene
que ocurrir?
No
se trata entonces de tensionar las cuerdas de la intriga o introducirse en las
pesadillas existenciales, todo vuelve a un punto de origen —que no es otro que
la imagen de una incertidumbre—. Ese que despierta la muerte detrás de unas
rocas. En el fondo, mejor así, un viaje de irresolución incesante a ritmo de
una música (la de Clément Ducol, Camille) que permite modular su espíritu para
seguir el análisis de nuestras miserias y expresado en algunas escenas de la
película
En
cualquier caso, el director francés Audiard ha captado lo más espinoso:
armonizar su originalidad formal sin caer en demasía en lo inteligible. Por lo
demás, pues invitar a ver la cinta y sacar las propias conclusiones.