Bernard
Jordan fue un experimentado de 92 años de edad de la Segunda Guerra Mundial, y
que en el 2014 se escapó de una morada de ancianos en para poder asistir a las
conmemoraciones del 70 aniversario del Día D en Normandía, Francia,
convirtiéndose por ello, en un símbolo del valor y espíritu militar. Además se
ganó el apodo de “Veterano Houdini”.
Una
actitud del personaje Artie Crawford (en este filme) que creó interés y
admiración en todo el mundo, subrayando el valor de honrar no solo a sus
amigos, sino a todos los veteranos de guerra. Hoy día, esta historia sigue aprisionando
a nivel mundial a todo aquel que conoce al personaje y su actitud. De ahí que
otras versiones del tema en cintas como “La Gran Escapada” o “El Último
Soldado” ambicionen conservar viva su historia y su memoria.
“El
Último Soldado” (caracterizado por Pierce Brossnan) pues intenta rendir un
homenaje “a este viaje” de un anciano, inspirándose en la historia real de
Bernard Jordan. Así que su director Terry Loane relata la historia de Artie
Crawford (Brossnan), un veterano de la Segunda Guerra Mundial que tras perder a
su esposa, resuelve embarcarse en una “fuga” de su residencia de ancianos en
Irlanda del Norte, con la meta de llegar hasta Francia para asistir al 75
aniversario del desembarco del Día D.
A
la postre un viaje que se convierte en una ocasión para conocerse a sí mismo
respecto a algunos sentimientos y afrontando a los fantasmas de su pasado (todos
a través del flash back).
No
hay mucho más que decir en esta película cargada de amor y sencillez, donde
todo lo que vemos y sentimos es precisamente gracias a un personaje que se hace
coger cariño bien pronto. Una historia pues que invita a ese último viaje de
nuestra vida a esa otra vida, cargada a lo mejor de menos de menos prisa.