En
los años cuarenta, Kenneth y Mamie Clark se plantearon estudiar los estados anímicos
de la discriminación en los niños negros. Los psicólogos emprendieron una serie
de experimentos —conocidos como la “prueba de la muñeca”—, en la que indagaron
a cientos de niños entre los 3 y los 7 años, sobre las muñecas y de disímiles
colores.
Los
descubrimientos más destacados —y hasta condenatorios— de la prueba, surgieron
de las respuestas a la interrogación sobre el favoritismo. Y después de
identificar a las muñecas negras como malas y a las blancas como buenas, la
mayoría de los infantes negros dijeron que preferían las muñecas blancas a las
negras.
Y sin la base de esta idea preliminar, Este documental norteamericano “Black Barbie: A Documentary” (disponible en Netflix), pone algunos puntos sobre la íes sobre todo de todo en ese mercadeo y sobre el concepto “Barbie”. La verdad, es que muchas conclusiones no pasan el debate en varios sentidos y respecto a la globalización de este fenómeno y sobre todo cuando es negra. Y es que la muñeca Barbie ha sido reverenciada durante mucho tiempo como el tipo de belleza obligada, y que es un sentimiento cultural nocivo que ha hecho que muchas jóvenes piensen que no están a la altura.
El muy reflexivo documental de Lagueria Davis, “Black
Barbie”, explora esas derivaciones desde una configuración personal, averiguando
cómo las niñas negras se ven afectadas por no verse mostradas en la beldad
rubia y de piel blanca como Barbie, pero asimismo, cómo la entrada posterior de
una Barbie negra auxilió de alguna manera, si bien, no del todo, a compensar su
autoimagen.
Recurriendo a la propia tía de Davis (que trabajó para
la fábrica de muñecas Mattel, 44 años) como ese hilo conductor descriptivo, la
cinta a veces divaga, y no es infaliblemente una tesis tan despiadada cómo
podríamos haber imaginado. Pero todo ese cuestionamiento sobre el racismo, la
identidad, empoderamiento, etc., quedan ahí para futuras reflexiones sobre el
tema a tratar.
En antagonismo al filme de Margot Robbie, “Barbie” y
de gran éxito el año pasado, de inmediato entendemos cómo la cultura popular refleja los valores sociales.
Algo que resulta bien complejo y que el racismo está siempre ahí presente. Así
que “Black Barbie” esboza la historia de la primera muñeca
Barbie negra (y que adoptó otro nombre) y pronto, “la creación” de una Barbie
negra real, que llegó a las tiendas en 1980, y 21 años después del original
blanco.
El tono alborozado del documental, a veces puede ser nocivo,
lo que da como resultado una cinta que repetidamente es condesciende con coloquios
cálidos sobre el argumento y sus derivados, en lugar de una indagación más
profunda. Sin embargo, el punto de vista informal y subjetivo de la cineasta
Davis tiene sus propias persuasiones: crea (mecanismos) y espacios para que la
gente dialogue sobre todo ese fenómeno sobre la Barbie, y, del mismo modo,
sobre ellos mismos.