miércoles, 3 de enero de 2024

“Godland”

 

Película de Islandia inspirada en las primeras fotografías encontradas de la costa sureste de Islandia, de un pastor danés, llamado Lucas (Elliot Crosset Hove) hallazgo que según otros críticos nunca tuvo lugar—. Aclaro de todas formas esta idea preliminar, ya que el filme nos relata (creería) toda esa historia que precede a las fotografías. Sin embargo, esta cinta que es sobre los pioneros, asimismo lo es acerca de la vida de Dios y su potestad del universo.

El islandés Hlynur Pálmason y según nos comunica un texto introductorio, es su tercer largometraje e inspirado como lo he resumido en una compilación de placas fotográficas del siglo XIX que fueron halladas fortuitamente en alguna zona de Islandia. Cuando en lugar de llegar a su destino el pastor danés simplemente por mar, prefiere cruzar el país a caballo para patentizar el territorio con una cámara, y ese deseo que revela un engreimiento. Después de todo, el pastor se empeña en reivindicar quietud a través de la fotografía frente a un mundo que se alimenta del desconcierto y de la evolución constante.

 Es “Godland” al mismo tiempo un wéstern y principalmente cine de aventuras —misticismo—. Así que este cine de autor, con un formato de imagen diferente, ininteligible y trascendental; adusta y sosegada; advierte ciertos postulados del cine de género. Es de insistir que el director Hlynur Palmason reivindicará la importancia del cine para volver a esa imagen primitiva, esencial, y convertirla en memoria. Una escritura audiovisual de la que se servirá para hacer una lista de las cosas que le acarician el corazón, o para ofrecerlas o para borrarlas. En ese instante, la poesía estará concebida por todos.

Por el otro, y para concluir: la naturaleza majestuosa e impasible sin el engreimiento del pastor, la cámara (a ratos) examina desde diferentes trechos para no deponer manifiestamente la insignificancia de los humanos, o bien la intención del cineasta es aprehender a través de breves articulaciones de imágenes fijas recordándonos lo efímero de todo lo vivo.