domingo, 17 de diciembre de 2023

'The Holdovers': Alexander Payne se reúne con Paul Giamatti

 

Quién no ha visto películas sobre la buena e interesante vida de profesores en sus aulas y su relación con sus alumnos. La historia del cine señala a más de una, y son filmes bien interesantes. Pues bien. La película hoy a analizar, podría ser todo lo contrario. Me refiero a un arquetipo cruel llamado Paul Hunham (Paul Giamatti) a quien todos odian. Un sentimiento recíproco, ya que el Sr. Hunham piensa que la mayoría de los chicos matriculados en la Academia Barton son malas creaturas y que “la administración” está descompuesta.

Una de las primeras escenas muestra a Hunham entregando exámenes finales calificados a sus alumnos, a quienes se refiere como “infantes filisteos vulgares” y “réprobos”. Ahora, al conceptuar por los aspavientos que facilita el director Alexander Payne, el Sr. Hunham no se equivoca: él es poco misericordioso y, en ese sentido, la película no podría ser más diferente, un drama espléndido sobre tres voluntades lastimadas y encalladas en Barton durante la Navidad. Durante la cual este internado —de corazón frío— tendrá una sensible ocasión de descongelarse.

Pues bien, este Paul Hunham —un dúctil profesor de civilizaciones antiguas en la Barton Academia, una escuela preparatoria exclusivamente para hombres en Nueva Inglaterra en 1970— está furioso al saber que le han ordenado ser acompañante de los alumnos que deben permanecer en el campus durante las vacaciones. Pero antes de finalizar ese segundo tercio de la historia, el profesor está especialmente descontento porque uno de ellos, Angus (Sessa), es brillante pero grosero. Junto a Mary (Randolph), la punzante cocinera de Barton, Paul pretenderá lograr lo mejor de un contexto indeseable.

Este es pues el octavo largometraje de Payne que cuenta con tantas de sus peculiaridades —un tono ácido, interlocutores desdichados que traspasan relaciones embarazosas entre sí— y que podría sorprender el saber que esta es una de las pocas cintas que no escribió (el guión es del guionista de televisión David Hemingson). Sin embargo, “The Holdovers” ajusta intachablemente en su obra y brinda muchas complacencias familiares que no han perdido su vigor.

El cineasta Payne eternamente ha mimado esa orientación narrativa, marcando las crudezas apasionadas de individuos que han experimentado zozobra. Esto es fundamentalmente cierto en el caso del profesor Paul, quien ha ofrecido toda su vida a Barton, solo para manifestar que tal vez el instituto (y sus habitantes) no abrigan tanto afecto por él. A la larga es un pues un filme sobre los afectos, que bien valen la pena tener en cuenta en todo tipo de relaciones. Película que será nominada a varios premios de la Academia, y que ojalá obtenga algunos. Pues el asunto está bien competido.