domingo, 17 de diciembre de 2023

Passages

 

La película “Passage” es incontrastable en todo instante, pero su director Ira Sachs asimismo edifica, con una arrogancia extraordinaria, un arco narrativo verosímil para tres personas (Tomás, su pareja Martín y Agathe) que se tropiezan en una cruce de afectos y sexo. De manera que las pretensiones y posibilidades —que no armonizan— pueden ser juguetonas, pero además lamentables.

 Y lo que podría haber sido una comedia alentadoramente frívola sobre personas que se advierten con desiguales formas de vida, reconcilia en un relato agridulce acerca de las grandes ilusiones, penetrantes desilusiones y decisiones espinosas y buen sexo. La historia de “Passage” que podría haber caído cómodamente en el melodrama fácil, el cineasta Sachs lo hace con ecuanimidad al no recargar ni paliar la jerarquía de lo que está en juego [podemos revelar la toxicidad del amor]. Su rendición tanto por sus interlocutores como por su público, su pudor y arrojo como cineasta, forman de “Passages” a lo mejor una de sus mejores películas hasta la fecha.

Recordemos que “Keep the Lights On”, es el filme semiautobiográfico que dio a conocer a Sachs en el mundo del cine, y que de alguna manera se vincula con “Passages” con ese brío afín, salvaje, riguroso, como si ingresáramos a las escenas (circunstancias) a medio hacer, sin que valoremos el pasado y el futuro de sus interlocutores, únicamente interesa la inmediatez de sus afectos presentes.

Por otro lado, la intimidad de su deseo multiforme (me refiero al filme) y la sinceridad de las escenas de sexo, es el modo en que Sachs elude adjetivar al que juzga con las emociones de los que aman. Un filme pues con candidaturas a algunos premios en esta parte del año. Para terminar, la elección de sus actores resulta válida: el turbador Franz Rogowski, el tierno Ben Whishaw y la muy libidinosa Adèle Exarchopoulos, un atractivo trío que concuerda sus capacidades dramáticas y físicas para dar verosimilitud a la historia.