Al cine español no se
le puede criticar que salga a pelearle el espacio al hollywoodense. En los
últimos años ha producido géneros que en el país del Norte salen “con fritas”,
como el de terror y la animación. Los resultados, si bien dispares, hablan
dentro de todo de una pujanza -sobre todo en animación- y de afrontar los
riesgos.
Con Autómata, Gabe
Ibáñez -que viene del sector de los efectos especiales- es más ambicioso que
coherente, y entrega un relato con mucho olor a Blade Runner y a Inteligencia
artificial.
Un empleado de seguros
de la compañía robótica ROC (Antonio Banderas rapado) debe investigar, en 2044,
en una Tierra devastada, que sólo habitan 20 millones de personas, por qué un
robot fue liquidado por un hombre, cuando éste lo descubrió arreglándose a sí
mismo, algo que por un protocolo los androides tienen terminantemente prohibido.
Fuente: https://www.clarin.com/