viernes, 14 de octubre de 2022

Prey [Predator: La presa]

 

Seis años después de su debut como director con “10 Cloverfield Lane” (2016), Dan Trachtenberg está de regreso en el ejercicio de los spin-off. En esta ocasión el director realiza “Predador-la presa” (2022), que a decir verdad es la mejor de toda la saga de “Predador”, desde aquel primer filme (1987) dirigido por John McTiernan  y protagonizado por Arnold Schwarzenegger. En definitiva, una secuela condesciende y puntual, donde el exiguo factor sorpresa, se reemplaza con una correcta puesta en escena que pide a gritos su proyección en pantalla grande y que habría sido un blockbuster.


La historia arranca en septiembre de 1719, donde una chica aborigen comanche (Naru) se verá enfrentada a un alíen. Nada que inventar. Uno de los cambios más medulares respecto a las anteriores películas, es justamente el del protagonismo de una mujer. Con un guion que lo bordea todo (intriga, personajes, situaciones de acción, etc.); La adolescente terca y valerosa (Amper Midthunder) desempeña con creces en su papel, una labor atiborrada de pujanza y bendición), resuelta a convertirse en una gran cazadora; lidiando contra el desdén  de todos los hombres.

Ante la ausencia de excesivos diálogos, permite que experiencia visual nos deleite en una aventura de corte histórico, que muestra con detalle los rituales de caza de los aborígenes. Conforme la historia avanza, nos percatamos de los excesivos riesgos de una tribu, y otros hombres a la caza del endemoniado ser extraterrestre. Volviendo a la puesta en escena, con una cámara que funciona como un dron apresurado que persigue a los héroes por los recovecos de un frio y elegante paisaje y sin ángulos absurdos, nada de lo observado es un despropósito. Todo funciona: la variación entre secuencias de ritmo más acompasado y aquellas otras, de mayor adrenalina. Qué nada. Una buena película donde el tiempo ni se siente.