De excesivo diálogo
quizá, amén de la narración de Jimmy P. (en plano off del personaje de marras), esta una historia nada
complaciente y afectiva, en el sentido de estar ante una cinta cargada de los misterios de
la mente en un personaje del cual desconocemos su pasado. En este contexto, sin embargo, todo
queda bien documentado por la caracterización Benicio del Toro (amén de evocar los
sueños y recuerdos de su personaje).
Pero, también el filme
documenta la historia de dos seres extraños (los seres humanos siempre lo somos) en medios extraños para hablar
sobre una amistad. De todas formas, es un filme para el debate, pues requiere
paciencia y discernimiento (algunos dirán que el cine no se hizo para eso, y
pueden tener razón).
A modo de conclusión,
esta historia que nos relata la vida de un indio Piesnegros, que tras
combatir en la II Guerra Mundial, desarrolló una dolencia mental con
repercusiones físicas, y que ningún doctor de la época supo diagnosticar; nos
adentra sin lugar a dudas en la discriminación étnica (cosa que aún hoy día
existe).
Gonzalo Restrepo Sánchez
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