Segunda película
norteamericana de Ophüls, se rodó en los estudios de la Universal, con apoyo de
maquetas de Viena. Cimentada en la novela de Stephan Zweig, ha sido objeto de
varios remakes: "Feliz año, amor mío" (México, 1955) y "Carta de
una mujer desconocida" (China, 2004).
La acción tiene lugar
en Viena a partir de 1900 y narra la historia del amor no correspondido de Lisa
Berndle (Joan Fontaine) por el músico Stefan Brand (Louis Jourdan). El filme examina
el amor magnánimo, cautivador y apremiante de Lisa por Stefan, un pianista,
mujeriego y egocéntrico.
Una de las obsesiones
garciamarquianas son las cartas. En “Cartas del parque”, en “El amor en los
tiempos del cólera”, etc. Las cartas, ese conducto regular para las cosas que a
veces, digo “a veces”, no nos atrevemos a decir en persona, resulta ser un
elemento válido en el contexto dramático, siempre que se amparen en las
decisiones pasadas que obligan a un nuevo presente.
Además, permite
establecer el concepto de crónica (como el film de Max Ophüls). En “Tiempo de
morir”, de Ripstein, basado en un guión de Gabo, podemos escuchar: “Aprendí a
tejer esperando tus cartas”. En el caso que hoy nos ocupa, cartas que hablan de
cómo morir sin la presencia del ser amado.
Gonzalo
Restrepo Sánchez
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