Aunque la cinta tiene
un elenco de actores importantes y un director de peso en la industria de
Hollywood, el film luce farragoso. Y si bien la intriga principal señala el
mundo del narcotráfico, la fotografía y estilo visual han evocado considerablemente
a "Salvajes" de Oliver Stone.
Pero volviendo a
intriga de esta fábula, todos los actores lucen en sus papeles, destacando
quizá Fassbender, y es a través de él, el asunto moral lleva a los espectadores
a las interioridades del personaje. En este sentido, el tercer acto del guión
luce menos abocado al fracaso, en la medida en cada uno de los modelos
actanciales, van ocupando su lugar en la historia.
Quizá la curiosidad
cinéfila, sea ver de nuevo a Rosie Pérez, en un roll tan significativo, que ella
supo darle brillo a pesar de sus escasas apariciones. Por lo demás una película
que si bien la escribió McCarthy, no olvidemos de él su gloriosa "No
country for old men”, en esta oportunidad, creo que le sobran diálogos y faltó
más explicaciones visuales, con todo el respeto para este “sabio” del guión, a excepción de la escena
donde Malkina (Camenron Díaz) le hace el amor al coche de Reiner (Y yo que lo
creía haberlo visto todo en la vida).
Gonzalo Restrepo
Sánchez
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