“Los juegos del hambre:
en llamas”, es con el final abierto en
el rostro de Katniss Everdeen, tras ganar los 74 juegos del hambre, brinda una
conclusión, y es que en la tercera parte, jugará con la suerte y destreza, para
seguir ganando. Así que podemos escribir que si bien el filme comienza como
terminó el primero de la saga, en esta segunda oportunidad tenernos igualmente
un guión sólido y una dramaturgia correcta al mejor estilo de la primera parte
observada.
De todas formas, es
evidente que esta cinta plantea como los realitys shows son devoradores de
público a toda costa. Un debate en su ideología principal. O lo contrario, si
lo ve así. De todas formas, la atinada elección de su director, Francis
Lawrence (“Soy leyenda”), proyecta y esboza un nuevo punto de vista en este
mundo distópico. Por un lado, la fábula no pierde su la trama del romance
juvenil y se ahonda en las maniobras política con seriedad.
Si bien el diseño
visual impresiona, no menos podemos decir del guión, que se observa fue escrito
acorde a las necesidades de quienes encarnan a los personajes de toda índole.
En este contexto, Donald
Sutherland como villano, Jennifer Lawrence en su roll de heroína, amén de la
banda sonora de James Newton Howard; pienso que los personajes secundarios y las
nuevas incorporaciones (Philip Seymour Hoffman, Jeffrey Wright y, sobre todo
Jena Malone), permitirá una tercera versión cargada de interés.
Respecto a Jennifer
Lawrence, decir que estamos ante una actriz para los próximos 20 años cargados
de su talento y muchos premios y películas. Realmente la expresividad natural
de su rostro y sus melindres, no permite en ningún momento pensar que está
actuando, en el sentido strasberiano y eso sólo lo consiguió en el cine el
señor Marlon Brando.
Gonzalo Restrepo Sánchez
Visite: elcinesinirmaslejos.com