Lo primero que salta a
la vista de este film de la cineasta Andrea Arnold, es la visualización con
cámara en mano de las expresiones y actitudes de Mia. Una quinceañera irascible
caracterizada por Katie Jarvis. Un prodigio de actriz y un nuevo valor de la cinematografía
inglesa.
Desde la perspectiva
del realismo social británico, “Tank Fish”, es una historia que nos aproxima al
rompimiento de las buenas costumbres en las sociedades modernas, donde las
relaciones familiares se resquebrajan ante la falta de valores morales, de
afecto, de distanciamiento con los padres y sobre todo: La necesidad que los
hijos sean útiles a la sociedad.
Cuando esto no ocurre y
todo es desesperanza, hay que mirar con lupa lo que pasa en la familia.
Recordemos que es el único rincón donde los hijos pueden hablar consigo mismo
sin temor. Cuando los padres no tienen la mirada puesta en ellos, si no en sus
propias satisfacciones, todo indica que están proclives a que los hijos
(metaforizada en Mia, la protagonista del film), determinen demasiado temprano,
posiciones para “transitar” por la vida.
En la vida del ser
humano debe existir tiempo para todo, aunque todo el tiempo debe ser para
darles toda la atención a los hijos. Siempre necesitan una luz.
Gonzalo Restrepo Sánchez
Gonzalo Restrepo Sánchez
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